La fidelidad tiene que ver con la capacidad que tenemos para cumplir con los compromisos, promesas o acuerdos a los cuales hemos llegado con otra persona. Aunque por lo general se utiliza el término en las relaciones de pareja, también los individuos se deben una fidelidad a sí mismos. Cuando nos comprometemos, nos mantenemos verticales frente a nuestros compromisos independientemente de la influencia de otras personas, cambios físicos o emocionales, cambios económicos, enfermedades y demás retos que traiga el pasar del tiempo.
Cuando llevamos una relación con una persona que nos es fiel sentimos paz y sentimos que tenemos a alguien en quien podemos confiar. Esta confianza fortalece la unión y a su vez aumenta la libertad que tiene cada cual como individuo de hacer cosas autónomamente sin preocuparse de ser engañado. La mente siente libertad para enfocarse en otras prioridades incluso las que transcienden más allá de la pareja. La infidelidad por otro lado siembra duda, separación, violencia y utilizamos nuestro tiempo y energía buscando pistas, confrontándonos y finalmente culpándonos los unos a los otros por nuestra falta de compromiso y peor aún alejándonos.
La fidelidad comienza con nosotros mismos. ¿Cómo puedes ser fiel a alguien si no sabes lo que es ser fiel a ti mismo? ¿Soy fiel a mi propio ser y cuido de él? Debemos mantener nuestro cuerpo saludable física y espiritualmente para así mantenernos en un estado óptimo y que podamos responder en el momento que nos necesiten.
Edifica la fidelidad con los demás y con tu pareja a través de la amistad. Trata a todos con respeto y dignidad. ¿Cómo puedes decir que eres fiel a alguien si no sientes respeto por ese ser? Mantén una comunicación transparente con tu pareja y sobre todo escucha el mensaje que te trae. Aunque la tecnología ofrece excelentes herramientas de comunicación, nada reemplaza la fidelidad, la emoción, el sabor, el olor, el sentido y significado de una conversación con tu pareja de frente y presente.FLX