Título original:
Mita tova (The farewell party)
Año:
2014
Fecha de estreno:
17 de abril de 2015
Duración:
90 min
País:
Israel
Director:
Tal Granit, Sharon Maymon
Reparto:
Ze'ev Revach, Levana Finkelstein, Aliza Rosen, Raffi Tavor, Ilan Dar
Distribuidora:
Caramel
Tal Granit y Sharon Maymon vuelven a unir fuerzas para dirigir y escribir una película tras Mortgage. La israelí La fiesta de despedida llega a los cines españoles con la Espiga de Oro de la última Seminci bajo el brazo, como carta de recomendación. Con un argumento similar al Amour de Michael Haneke pero con un tono diametralmente opuesto, esta película cuenta con el aliciente de ser una comedia agradable con una mirada compasiva hacia el tema que trata.
Sin juicios hacia las acciones de los personajes, sin hundirse en conflictos religiosos, La fiesta de despedida nos plantea cómo viven la cercanía de la muerte un grupo de ancianos residentes en un asilo. La enfermedad terminal de un amigo que pide que le ayuden a morir para acabar con su sufrimiento, hace que uno de ellos, inventor amateur, cree una máquina de eutanasia. Cuando empiezan a correr los rumores por toda la residencia de ancianos, el grupo de amigos se ve sumido en dilemas sobre qué hacer porque la mujer de uno de ellos no está de acuerdo con los "asesinatos".
La película parte con un tono de comedia negra -ese comienzo jugando a ser Dios- para enseguida mutar al drama como forma de reflexión, eso sí, manteniendo siempre los momentos cómicos, para aligerar la trama. El hecho de estar ambientada en una residencia de ancianos le da el cariz para justificar la apología a la eutanasia: estamos ante un grupo de gente que ha vivido una vida larga y quieren evitar el sufrimiento cuando el cuerpo falla pero el cerebro aún funciona. Granit y Maymon proponen al espectador ser partícipe de la tierna amistad de este grupo de amigos y sus conflictos ante la eutanasia y la dignificación de la muerte.
Los actores, la mayoría actores curtidos en el teatro conocidos en Israel, consiguen que la película funciones a pesar de la ausencia de elementos transgresores pues La fiesta de despedida no juzga, no se compromete con temas peliagudos, ni problemáticas sociales; simplemente macera una historia de amistad, de amor, de saber decir adiós llegado el momento, cuyo objetivo es agradar y complacer al público. Quizá lo que más chirríe es la escena musical en términos de realismo mágico cuando los personajes, algunos ya muertos, se ponen a cantar. Nos quedamos con la ligereza de una película que te hará sonreír -cuando se tratan temas como la homosexualidad o la desnudez- y te entristecerá por cómo nuestros protagonistas deben afrontar la insoportable decadencia de sus seres queridos.6/10