La Epifanía es una de las principales fiestas religiosas del año. El 6 de enero, la Iglesia Católica celebra la primera manifestación humana de Jesús ante la visita de los Reyes Magos. El término “epifanía” deriva del griego epifaneia, que significa “manifestación, “iluminación”, por lo que fue designado para referir el momento en el que Dios toma presencia física.
En España honramos la ocasión haciéndonos regalos en nombre de Melchor, Gaspar y Baltasar; pero en otros países (especialmente en Italia) es la bruja Befana (que precisamente toma su nombre del término “epifanía”) quien se lleva los honores. Esta harapienta anciana monta su escoba para colarse en los hogares de los niños y llenar sus calcetines con dulces o carbón.
Lo que pocos saben es que se trata de una superviviente de las antiguas tradiciones del culto a la Diosa Madre. Concretamente, hunde sus raíces en algunos de los elementos tradicionales de un pasado agrícola relacionadas con el comienzo del año y la victoria del Sol sobre las tinieblas.