¨ Su cuerpo se movía al compás de sus sollozos, y a mí lo único que se me ocurrió fue tener una erección…¨
¿Quién no ha soñado alguna vez ir a una fiesta, una de las gordas, con mucho desmadre, una piscina, mucha mano suelta y miradas lascivas, y encontrarse un muerto en el armario? En el armario, en la bañera, o en la piscina, qué más da, UN MUERTO ASESINADO.
Tiene que ser emocionante. Un montón. No seáis nenazas.
Eso es exactamente lo que plantea el maestro Luis Gutiérrez Maluenda en La fiesta, novela donde le da una vuelta de tuerca al género negro y nos narra una historia gamberra, excesiva, sexual y tremendamente divertida.
Maluenda desatado.
El hilo conductor de La fiesta es un bonito cadáver que aparece en la bañera del chalet donde se está celebrando una fiesta de alto standing. El cadáver, femenino, muestra un feo corte de lado a lado del cuello…vamos, que la han degollado. Y claro, al parecer, el asesino es uno de los asistentes a la fiesta…
Ya la primera frase de la novela es una invitación a dejar los convencionalismos a un lado y dejarse llevar a un terreno diferente, a dejar un poco las costumbres y las manías atrás para entrar en el juego que Maluenda nos propone en esta novela, que no es otro que una historia subida de tono y narrada de una manera diferente.
Para ello Maluenda ha prescindido de narrador y son los propios personajes los que van contando su versión de los hechos y de lo que va sucediendo. Los personajes-narradores de la trama son cuatro, Susana, Raúl, Marta y Salvio, y es a través de ellos cómo el lector se irá formando una versión objetiva y global de todo lo sucedido. En eso radica la diferencia de la novela, en eso y en el tono cínico y chispeante de toda la novela, que, diría sin equivocarme demasiado, es el más insolente que le he leído de todas sus novelas.
Los cuatro personajes e incluso los secundarios, están muy bien construidos, tienen fuerza y descaro, vida. Una cosa que temía era no poder diferenciar las voces, que se me solaparan los personajes, encontrarlos iguales. Nada, Maluenda lo hace perfecto, cada uno de los cuatro tiene su propia voz diferenciada, cada uno tiene su tono, su personalidad bien marcada, y cómo decía antes incluso los secundarios son personajes fuertes y con marcado interés en la trama. Hasta sale nuestro querido Humphrey en una actuación sublime y alcohólica.
Maluenda toca en esta novela mucho el tema de las parejas, es una de las sub-tramas fuertes, y aunque en la mayoría de sus novelas lo toca, un poco de pasada con sus queridos detectives, en esta novela lo analiza casi exhaustivamente, desde las licencias que se permiten los matrimonios, hasta las roturas definitivas, pasando por las reconciliaciones, los nuevos amores, los odios, los celos, el desprecio, la humillación y alguna cosa más…
De escritura clara y efectiva siempre ha sido Maluenda, y en La fiesta no iba a ser menos, pero además en esta, como ya he dicho, el tono cínico y un poco de vuelta de todo está maximizado, es parte del juego, hay que entrar en él y dejarse llevar, gamberrear con Maluenda, seguirle el rollo y disfrutar.
¨La loca aquella que chillaba agarrada a la baranda de la escalera era lo único que le faltaba a la puta fiesta.¨
La novela tiene ritmo, pero no tanto como a mí me hubiera gustado. Las novelas de Maluenda no suelen superar las doscientas páginas, son agiles de per se, y a ésta, pasando de las trescientas, puede que le pese el lastre. No es una sensación general, si no sólo en determinados momentos, cuando parece que Maluenda deja la trama en pausa y nos cuenta cosas de sus personajes, en momentos puntuales la trama se ralentiza, se nota algo de relleno que le pesa a la trama. Nada importante.
Otra de las jugadas de Maluenda en la novela es el final, un final original desde luego, donde, esta vez sí, un narrador nos cierra la novela y nos cuenta el presente y futuro de los personajes…
Pero hay algo más.
Haciendo gala de ese humor que viene demostrando en toda la novela, Maluenda se guarda una última carta para el final, algo así como una rebelión de sus personajes…un final arriesgado y original, una manera diferente de acabar una novela.
Hablamos de Maluenda, así que la normalidad es algo que le gusta romper con frecuencia.
Entonces.
La fiesta es una novela divertida, macarra, bien escrita y muy lucida, una novela para leer sin demasiados prejuicios y sin mucha gente alrededor (por las carcajadas y alguna que otra erección) una novela para desengrasar las neuronas, para relajarse, para leerla con una buena cerveza y reírse de uno mismo y de cuantos le rodean…
Siempre digo que a Maluenda se le lee poco, es así, y los que le leen siempre repiten, repetimos, repetís. Entonces el problema no es él, sois vosotros.
Ahí lo dejo.
La fiesta
Luis Gutiérrez Maluenda
Alrevés editorial 2013
345 páginas.