Fiesta del cine: casi 3.000 salas adheridas, algo más de un millón y medio de entradas vendidas a 2,90 euros... ¿Podemos hablar de éxito? Depende. Imagino que algunos tienen muy claro que sí. Solo hay que anunciar a bombo y platillo en redes sociales y medios de comunicación cualquier evento o acontecimiento social para que se produzca un formidable efecto bola de nieve y decenas de miles de potenciales bolsillos estén dispuestos a soltar unas cuantas monedas.
Pero, ¿ha merecido la pena para los valientes que se atreven a mantener abiertas sus salas de cine? No lo creo. Y no porque exista el riesgo de 'morir de éxito'. Estoy prácticamente seguro de que si los precios se mantuvieran en esos 2,90 euros, ni siquiera así se llenarían los cines.
Los Cines Renoir, por ejemplo, llevan mucho tiempo con promociones parecidas. ¿La diferencia? Que no 'mola' contar a tu amigo o compañero de trabajo que has ido a ver una película por 3 euros... siempre y cuando no se trate de algo cool como una 'fiesta del cine' de la que se ha hablado hasta la extenuación. Lástima que no hayan puesto las entradas algo más caras; la respuesta del público habría sido prácticamente la misma.
Me temo que ha sido mucho más una fiesta de 'donde va Vicente...' que de verdaderos aficionados al séptimo arte o de espectadores comprometidos por salvar una industria para la que el futuro no es precisamente 'de cine'.
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