Indudable es que las enseñanzas principales sobre materia ocultista provienen mayoritariamente de una tierra mágica hasta en el propio nombre: Egipto.
"Egipto, la patria de las pirámides y de la Esfinge, fue la cuna de la Sabiduría Secreta y de las doctrinas místicas. Todas las naciones han sacado las suyas de sus doctrinas esotéricas" nos dice el Kybalion, lo cual nos ayuda a comprender la magnitud de significación que ese país tiene aún en nuestros días para todos los estudiantes del Ocultismo, porque de ahí proceden las civilizaciones más importantes en la historia de la humanidad, que dieron forma a las enseñanzas secretas a través de las iniciaciones.
"Fue también el antiguo Egipto donde vivieron los tan grandes adeptos y Maestros que nadie después ha sobrepasado, y que rara vez han sido igualados en las centurias que han transcurrido desde los tiempos del Gran Hermes" nos continua diciendo el Kybalion. Hermes Trimegisto es dentro de la literatura ocultista una figura mítica, sabio, profeta, pensador, alquimista, fundador de los grandes saberes, que incluso llegó a ser considerado un Dios luego de su muerte (se dice que vivió 300 años).
Su enseñanza hoy en día se conoce como filosofía hermética, y esa palabra evoca en nosotros el sentido de "secreto", de ahí que esas enseñanzas hayan sido cuidadosamente guardadas y transmitidas solo a aquellos a quienes se consideraran aptos para recibirlas, sin importar el país o la religión de la que se tratara, pues el objetivo también es que la Doctrina heredada por este mítico ser no se cristalice en un credo (objetivo no siempre cumplido).