Revista Coaching
24 de Mayo de 2014. Son las 11 y media de la noche y un seguidor del Real Madrid está viendo el partido en su casa. Su equipo pierde y acaba de empezar el tiempo de descuento. El aficionado madridista piensa que el partido ya está perdido y por lo tanto como al día siguiente tiene que madrugar se acuesta. A los pocos minutos de apagar el televisor y aunque él no lo sabe Ramos marca un gol y a partir de ahí todos sabemos lo que ocurre. Pero él no lo sabe. Se va a la cama convencido de que su equipo ha perdido.En el momento en que esta persona se va a la cama empiezan a convivir dos realidades, la que está fuera de su cabeza y la que está dentro. ¿Cuál es la más real? Para él no existe más realidad que la única que conoce, la que ha inventado, porque el partido no ha terminado pero el ha decidido que sí, que lo ha hecho.Con lo cual se demuestra que nuestros pensamientos crean nuestra realidad. ¿No es así?Por otra parte si los jugadores del Real Madrid hubieran hecho lo mismo, dado por finalizado el partido, no habrían ganado y por lo tanto aquí podríamos tener dos realidades. La que se originó como consecuencia de su lucha y la que se hubiese originado si se hubiesen rendido. Con lo cual se demuestra que no debemos dar nada por imposible y que si luchamos por algo probablemente se realice, pero si no lo intentamos seguro que no se realizará.Fue un partido muy de Matrix.