Simboliza la pureza del corazón y de la mente. Nace y crece entre el barro, en lugares pantanosos y aguas estancadas, pero incluso así, en estas condiciones, su flor crece elevándose con una gran belleza. El loto florece durante la noche y recibe al día con la flor abierta, simboliza el crecimiento espiritual.
Símbolo de la pureza que surge de entre la inmundicia, recordando la condición del hombre: hecho de material corrompible, su ser puede elevarse hacia planos sublimes.
Cuando la flor está cerrada no huele, pero al abrirse su perfume es fuerte y parecido al del jacinto. Los pétalos se abren y elevan al amanecer, y al anochecer se vuelve a cerrar y se hunde bajo el agua.
Pureza, belleza, majestuosidad, gracia, fertilidad, abundancia, riqueza, sabiduría y serenidad
A veces es bueno fijarse en la belleza que puede esconderse entre la inmundicia, cuando la búsqueda parte del corazón los ojos alcanzan a ver la belleza. Por que en esencia el corazón es de la materia que está confeccionada; fragancia, limpieza, ternura y suavidad.
Muchas veces pensamos que nuestra vida está mal, que todo está bocabajo, que nada funciona y todo es feo a nuestros ojos. Estamos entre nuestras sombras, y en nuestra oscuridad.
Pero si nos paramos a observar con la mirada que busca el loto, que es la mirada desde el corazón encontramos la belleza, la abundancia, la sabiduría que existe en cualquier circunstancia y lugar.
A partir de ese momento es cuando estos atributos comienzan a florecer con más fuerza, porque la noche de nuestra vida, comienza a caer, y el día (la belleza, abundancia y sabiduría) comienza a crecer con majestuosidad.
Cuando te cubran las sombras y llegue el anochecer, conecta con tu corazón y busca alrededor la flor del loto.