La actividad comercial que desarrolló España tras el descubrimiento del continente americano y su institucionalización se conoce como La carrera de Indias. La Corona española tuvo la necesidad de crear una máquina burocrática alrededor de todo el comercio con América, con el paso de los años se fue profesionalizando y aumentó el número de funcionarios que trabajaban para esta extensión de la Corona. En 1503, bajo el gobierno de los Reyes Católicos se creó la Casa de Contratación de Sevilla, siendo durante doscientos años el puerto de entrada de todas las importaciones americanas, hasta su traslado a Cádiz en 1717 (Felipe V). La Casa de contratación fue un importantísimo agente en lo que se refiere a la organización de los viajes comerciales, ya que sus funciones iban desde la organización de las flotas y revisión de los barcos, controlar la población que viajaba, las mercancías que se cargaban en cada navío y una de las labores más destacadas, que fue la recaudación de impuestos provenientes de estos viajes, como son la tasa de avería, que servía para financiar la armada que iba en la flota, o el almojarifazgo.
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En 1543 tras varios incidentes con corsarios, filibusteros y piratas se impuso que los buques navegaran en lo que se denominaba “conserva” es decir, que fuesen acompañados de otros buques para su defensa ante un ataque, al contrario que como se venía practicando anteriormente, el viaje en navíos que atravesaban el Atlántico solos. Esta navegación en conserva requería un buque de guerra que era pagado mediante la tasa de avería. Aunque esta tradición ya se venía practicando en la Península ya que era una opción bastante viable de navegación frente a posibles problemas por tormentas o averías, o por el ataque del creciente corsarismo en el Océano[1].Es en este año (1543), cuando se regula realmente este sistema de convoyes, todos ellos debían estar formados por diez bajeles con un porte mínimo de 100 toneladas.
Podemos hablar propiamente de la creación de la Flota de Indias tras la emisión de la Real cédula del 10 de Julio de 1561. Así se crean dos flotas que parten del puerto de Sevilla, una con destino a Nueva España y otra con destino a Tierra Firme. El propósito de la esta flota era proteger a los barcos mercantes que exportaban productos e importaban a la Península, también protegían el tesoro real que era traído en el tornaviaje. La flota estaba compuesta por 5 o 6 buques de guerra, que eran mandados por la Capitana y la Almiranta, estos buques tendrían como mínimo 8 cañones de bronce, 4 de hierro y 24 piezas menores, también se incluirían más de 100 mosquetes[2].
Flota de Indias: Exportaciones e importaciones
Una de las exportaciones más numerosa de la Península al continente americano era el azogue, necesario para la extracción de plata en las minas de Nueva España, las cuales supusieron un aumento de la riqueza de la corona bastante considerable. Este material provenía en su mayoría de las minas de Almadén. Más productos que llegan al Nuevo Mundo son el aceite y el vino, papel, hierro, libros y tejidos. Se aprovechó para exportar manufacturas de lujo que produjesen beneficios tanto en forma de aranceles como por su venta. Una de las importaciones que más cambios supuso para el continente americano fue el caballo, este animal cambiará la forma de vivir de muchos grupos indígenas localizados en toda América.
A la Península se exportaba de América mayoritariamente plata, llenando las arcas de la Corona a un ritmo elevado. También se exportaba cochinilla, utilizada como tinte, cueros, plantas medicinales, azúcar, alimentos y lana de buena calidad. También se exportaron maderas que eran desconocidas en Europa en la época. La cantidad de plata y oro exportada del continente americano ha sido bien descrita en los estudios de Hamilton, y García Fuentes ascendiendo desde 1556 a 1699 a 187.187.576.009 maravedíes[3]. Todo ello sin contar con el contrabando que llegaba a la península, seguramente haciendo escala en las Azores.
La ruta de la Flota de Indias
Los viajes solían salir en fechas establecidas en abril y agosto, aunque solían llevar retrasos, tanto para partir de España como a la vuelta, lo que podía suponer la pérdida de muchos productos perecederos necesarios para la travesía, llegando incluso a retrasar el tornaviaje un año debido al retraso de algún buque. La ruta partía del puerto de Sevilla por el Guadalquivir hasta San Lúcar de Barrameda. Tras una parada en las Islas Canarias se adentraban en el Atlántico hasta llegar a la Isla Dominica o a Guadalupe. Desde ese punto la Armada de Nueva España se dirigía hacia Veracruz y Los Galeones viajaban hasta Cartagena o Portobello.
Un puerto importante será el de la Habana, donde se paraba antes del tornaviaje. A mediados de siglo tuvieron que incrementar las medidas defensivas en los puertos debido a los sucesivos ataques de los corsarios franceses en la década de los 50 o el famoso Francis Drake en 1586. Algunas islas importantes del trayecto también fueron las Azores, Jamaica o la Española.
Hay que añadir que durante este siglo surgen objetos que favorecen una navegación más sosegada, como son el astrolabio o las nuevas cartas de mar, que tenían mucho lujo de detalles en la representación de las costas y los puertos. También aumentaron los puertos en América, ya que se aumentó el tonelaje de los barcos y por lo tanto se necesitaban almacenes de mayor tamaño donde guardar las mercancías.
Tipos de naves de la Flota de Indias
La Flota de Indias estaba compuesta por 3 tipos de buques, en primer lugar, encontramos a los buques mercantes, los de guerra y los navíos de aviso, más ligeros y rápidos, se dejaron de utilizar para evitar que fueran detectadas las flotas a su regreso a España con todo el cargamento de plata de América. Los buques de guerra acompañaban a los mercantes en los convoyes a lenta velocidad para defenderlos en caso de ataque. Se estableció que no podían llevar mercancías estos buques, aunque en la realidad introdujeron mucha mercancía de contrabando. El armamento del que disponían los barcos se estableció como hemos mencionado con anterioridad, bajo la Real cédula del 10 de julio de 1561. La propia tripulación de los buques de guerra estaba armada también y se practicaba el zafarrancho para estar alerta en caso de ataque. Los barcos más utilizados en los viajes frecuentemente eran la nao y el galeón. Los navíos de aviso solían tener menos de 60 toneladas, y por lo tanto eran bastante más veloces.
Lo cierto es que el sistema de flotas funcionó de manera eficaz porque cayeron pocas embarcaciones en manos enemigas, pese a tener bastantes problemas, como el contrabando que llenaba los buques e impedía que se moviesen de forma rápida para maniobrar.
Autor: Víctor Vicente García para revistadehistoria.es
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- CHAUNU, Pierre. Sevilla y América, siglos XVI y XVII. Sevilla: Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1983.
- CIUDAD, Andrés. “América”, en: LUCENA, Manuel (Coord.) y MALAMUD, Carlos (Coord.), Manual de historia universal. Historia 16, Madrid, 1992.
- HILLERKUSS, T. (2013). “Las minas de la Nueva España en los mapas del siglo XVI. ¿Un secreto de estado?”. En: Apuntes 26, Nº 1, pp. 10-25.
- LUCENA SALMORAL, Manuel. La flota de Indias. Historia 16, Madrid, 1996.
- MENA-GARCÍA, Carmen. (2003), “La casa de contratación y la flota de Indias”, en: Andalucía en la Historia. Nº 2. pp. 16-21.
- MIRA CABALLOS, Esteban. “Pedro Menéndez de Avilés diseñó el modelo de flota de la Carrera de Indias”. En: Revista de historia naval, Nº 94, 2006. pp. 7-24.
[1] MIRA, E. (2006).
[2] CIUDAD, A. (1992).
[3] Íbidem pp– 286.
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