Crónicas de Vestuario. -
“La Folie”
“La Folie” es una de las grandes canciones del grupo británico The Stranglers. Como se podrán imaginar, el título hace referencia a “la locura”, esa en la que se vio envuelta el Real Oviedo en su partido ente el Barcelona B. Cierto es que ahí está siempre el peligro ante los filiales, que el choque se desmadre, que se manejen tiempos locos, algo que sucedió en un tramo final donde los azules bien pudieron haber vencido de haber aprovechado Owusu una gran oportunidad de gol, de esas que no se pueden fallar.Antes de que el partido entrase en esa fase de ruptura total de esquemas y tácticas, el conjunto de Anquela había salido con orden pero sin la debida profundidad, con un disparo inocente de un Saúl Berjón que parece haber perdido el magnífico nivel con el que comenzó la temporada. Poco a poco, el filial azulgrana fue apoderándose del juego hasta que en una concatenación de errores llegó el tanto del brillante José Arnáiz en las postrimerías de esa primera mitad.
Para el segundo acto el Real Oviedo trató de meter más presión en su delantera, dando un paso que obtuvo sus frutos a balón parado en un saque de esquina rematado con brillantez por Carlos Hernández. Y, a partir de ahí, la anarquía total en un juego que prescindía de elaboración en el centro del campo y discurría directo en cada área. Por momento, un verdadero correcalles. El once de Anquela es incapaz de mandar en el ritmo de los partidos cuando los rivales parecen descomponerse y, así, llegaron ocasiones por parte y parte. Nadie manejaba el choque porque ni Ramón Folch -otro que parece algo perdido en los últimos encuentros- ni Forlín eran capaces de controlar la desbocada situación. El partido, envuelto en una espiral de locura, pudo haberlo resuelto Owusu, pero se precipitó cuando habría tenido tiempo de controlar dentro del área e incluso combinar con Toché. Lamentablemente, desbarató la ocasión y se perdió la oportunidad de volver con una victoria a domicilio que se está haciendo esperar demasiado.
Parece que se van a recuperar a varios de los múltiples lesionados de cara al trascendental partido del miércoles ante el Tenerife. Falta hará, porque se percibe un juego muy poco claro, con una ausencia de profundidad alarmante y pocas conexiones en un ataque donde Toché está demasiado solo. Y aún así, se conserva el punch en ataque. La llegada de Diegui Johanesson debe volver a activar una banda derecha de la que no han salido más centros que algunos ocasionales de Aarón Ñíguez, bagaje muy corto para aspirar a metas más altas. Lo mismo se percibe en la izquierda donde se echa mucho de menos a Mossa y su proyección ofensiva. El once azul también necesita clarividencia táctica para saber manejar las situaciones favorables en su propio beneficio.
Son demasiados puntos los que el cuadro de Anquela se ha dejado fuera de casa y hace falta un triunfo que dé ese aplomo en las visitas a domicilio. Muchos -demasiados- aspectos a pulir aún. No queda otra que armarse de paciencia.
MANOLO D. ABADFoto: J.L.G.FIERROS