Tengo la suerte de que mi cabezota no para nunca. (para desgracia de los que me rodean). Les estoy preparando un par de entradas interesantes. una sobre un tratamiento natural del TDAH o, mejor dicho, cómo mejorar su concentración y una visión profética de enfermedades futuras de sus hijos debidas a las "nuevas" tecnologías.
Y ahora, vayamos a la entrada de hoy. Pontífice es un título de líderes religiosos, empleado principalmente àra referirse al Papa; su origen es del latín: Pons -> pontis: "puente", y el sufijo -ifice "constructor", significando "El que construye puentes entre los hombres y Dios". En una versión etimológica abreviada, pontífice es el que hace el puente, no "puente" a secas como muchos han hecho estos días. Ergo, no soy ni pontífice ni he hecho puente.
Como los puentes tienen diversas formas, algunos en forma de ojiva, les presento la curva- puente de la vida sostenido por dos "pilares": nacimiento y muerte, hecho que me lleva a felicitar a las mujeres llamadas Pilar.
Siempre digo que estoy en la "adolescencia de la madurez". Es una situación idílica en la que no aspiro a más de lo que soy, sigo siendo honesto conmigo mismo y con los demás, soy sincero sin temor, recibo críticas injustas o malévolas sin que me afecten, procuro corregir los defectos según los consejos de los verdaderos amigos y, me dedico a disfrutar de mis aficiones lo mejor que puedo. Mi puente es como el de abajo; no hay principio ni fin e intento seguir el camino que marca.. Y, por cierto, no se acaba.