Hace poco comencé a leer un viejo libro de Alejandro Dumas llamado “la dama de las camelias” es un libro, en mi opinión, algo lento y difícil de leer, pero muy interesante en su contenido, me recordó mucho a un libro llamado Naná de Emile Zola que leí cuando estudiaba mi bachillerato, lo que estos dos libros tienen en común es la visión romántica que los escritores del siglo XIX tenían sobre la prostitución en las clases altas. Pero otra cosa que tienen en común estos dos clásicos de la literatura es que la protagonista femenina muere tras padecer una horrible enfermedad. Este es, creo yo, el punto clave en el que podemos ver como los autores de aquella época sentían la necesidad de castigar simbólicamente a sus protagonistas femeninos por su promiscuidad. Es claro que en el siglo XIX era inconcebible para un autor permitir que una mujer sexualmente activa lograse salirse con la suya, pero ¿esta regla tacita literaria que impide a las mujeres de la ciencia ficción triunfar en su vida y a la vez controlar su propia sexualidad sigue vigente hoy en día?
Es cierto que la revolución femenina es algo que ya ha ocurrido, las mujeres hoy en día (con algunas salvedades en las que la humanidad aún está trabajando) son vistas como iguales y el derecho que tienen a decidir sobre su conducta sexual es algo innegable en la mayor parte de las culturas. Pero esta realidad parece no haber logrado llevar esta transición a los mundos fantásticos, en la literatura moderna la sexualidad femenina es un elemento que se oculta a menos que sea para reforzar estereotipos de fuerza masculinos. Las grandes heroínas de los libros más vendidos actualmente actuales parecen no tener ningún interés por el sexo, no vemos a la protagonista de los juegos del hambre, o de la saga de divergente, en una escena medianamente erótica con ninguno de sus coprotagonistas masculinos. Esta negación de la sexualidad puede ser positiva, refuerza la idea de que las mujeres pueden triunfar por sí mismas, aun así, sería interesante ver un best seller en el cual la mujer sea sexualmente activa sin que esto la defina como personaje o limite sus opciones en la vida. Hace poco me topé con un libro llamado rosario tijeras del autor Jorge Franco, si bien no es precisamente un clásico de la literatura universal me pareció gracioso ver cómo, a pesar de ser un libro relativamente reciente, en su estructura no varía mucho de los libros sobre prostitutas del siglo XIX, habla de la mujer sexualmente activa, que aprovecha su atractivo sexual para ascender socialmente y finalmente muere sin llegar a encontrar su lugar en el mundo (como si la mujer promiscua solo mereciese la muerte)
Pero pasemos de la literatura a lo que es (según mi opinión) la forma en la que hoy en día las historias son contadas: la televisión. Historias como Game of Thrones, que han hecho del sexo una parte habitual del paisaje televisivo, se caracterizan por ahondar en la vida sexual de sus personajes sin que esto sea lo único que ofrece la historia, sin embargo, a lo largo de esta serie las escenas de sexo protagonizadas por sus personajes principales femeninos son menos comunes que las de los masculinos, inclusive se utilizan los hábitos sexuales de Cercei Lanister para definirla como la villana de la historia, así mismo, se utilizan los primeros encuentros sexuales de Sansa Stark y Daenerys Targaryen para definirlas como víctimas de sus circunstancias. Otro ejemplo de esto puede verse en la serie The Walking Dead, en la que en sus primeras temporadas Lori la esposa de Rick, tiene un romance con el mejor amigo de su esposo tras creer que Rick había fallecido. Mientras va avanzando la serie la incertidumbre se apodera de esta relación hasta que Lori finalmente muere dando a luz a su bebé, este personaje se vuelve para los fanáticos de la serie uno de los más odiados ¿se vuelve su muerte un ejemplo moderno del castigo que se da en la ficción a las mujeres que deciden controlar sus vida sexual?. Recientemente comencé a ver una serie que habla de la exploración espacial en un futuro no muy distante titulada “The Expanse” la cual en sus primeros episodios relata las aventuras del Canterbury, una nave espacial encargada de transportar hielo a través del espacio, lo curioso de esta historia es que, en sus primeros capítulos, vemos al protagonista teniendo sexo en gravedad cero con otra tripulante de la nave la cual da a entender durante el sexo que quiere que él le ayude a conseguir un ascenso, muy poco después la nave es destruida y vemos la muerte de esta mujer durante la explosión de la misma, lo más curioso de esta escena no es que responda a la misma tendencia de los ejemplos citados anteriormente, lo que realmente es remarcable en este ejemplo es que esta es la única escena de sexo explícito en toda la primera temporada de la serie.
Espero de todo corazón que existan ejemplos en las historias contadas para entretener, bien sea en la literatura, la televisión o el cine en los que la mujer no se les castigue su derecho natural a elegir con quien (y con qué fin) tener sexo con la muerte. Pero mientras esta censura a la sexualidad femenina siga apareciendo recurrentemente como un elemento habitual en las historias que contamos, los imaginarios sociales seguirán condenando este elemento de la naturaleza humana y repudiando a la mujer que opta por decidir sobre su cuerpo. ¿faltará mucho para una verdadera liberación femenina?