Le encontré la gracia a tomar fotos de charcos. Las llamo «charcofotos» y son una magnífica manera de celebrar los días de lluvia porque sabes que, cuando pase el chaparrón, en medio de la ya serena atmósfera que deja el agua tras de sí, las calles te brindarán todo un mundo de posibilidades de imágenes originales, divertidas y diferentes. Otra forma de ver el viaje.
En este caso, tomé una de las guirnaldas navideñas que decoraban las calles de Estrasburgo (Francia) durante las fiestas en un charco que hacía brillar el asfalto. Me gusta especialmente porque guardo muy buenos recuerdos de esas navidades y me encanta la ciudad.
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