El depor-artista confirma que es algo adictivo y que siempre está buscando un "techo alto" en la ciudad para seguir haciendo fotografías. Sin embargo, siente todavía el vértigo cada vez que sube a la cima de un edificio y siente el viento. Según él "es una avalancha pura de adrenalina". 
Bajo mi punto de vista estas fotografías y la labor de Ryaboi son dignas de admiración. No sólo por la composición (los planos me recuerdan a una escena muy popular de la película Vértigo de Hitchock) sino también por la valentía de subirse a semejantes lugares.




Visto en: hypenotice
