De pronto ingresa a la casa el señorito Carl.
Y la cara del fotógrafo muestra un gesto de dolor. El es el principito de Nuevo Tokyo, lo visita, ya que es un amigo y desea que le haga una sesión fotográfica en el estudio de Bob. Tiene elementos para varias fotos, un espejo, luces, un jardín para tomar fotos con flores.
El señor Harry, se emociona, y le dice a Bob, estoy emocionado que esto sucediera. Creo que ha sido una fortuna venir el día de hoy a su casa.
El príncipe Carl era un chico simpático, inocente como de 20 años, cabello corto oscuro y una trenza de un mechón largo. Sus ojos oscuros y achinados y su tez clara.
Bob los presenta y Harry le hace una reverencia, el principe saluda con una sonrisa. Harry cuya personalidad es tramposa, piensa que es el mejor momento para subir su estatus con una amistad como la de Carl.
Harry es un hombre casado mayor, con una voz que encantaría a cualquier dama. Casi no se ve con su esposa. Pero se comporta como si estuviera soltero.
El fotógrafo comenzará su sesión fotográfica, en el cuarto oscuro. Carl ingresará y Bob comienza a colocar las luces, la pose y coloca el espejo para que se vea de frente y de perfil. Y la foto saldrá de frente y de perfil.
Pero antes que esto suceda, Harry le dice a Carl, apelando a su inocente vanidad. Estas fotos no envejecerán jamás y tu cada día serás un día más viejo que tus fotos. Carl mostró una mueca de contrariedad. No lo había pensado…
Se prepara y acicala para ingresar al cuarto oscuro…