Cuando el señor Benedetti habla (sigue hablando en los oídos de los que nos gusta oírle), yo me callo.
Una de sus genialidades en forma de haiku para acompañar el otoño. Humildemente acompañándolo, una fotografía en forma de otoño.
Señor Benedetti, ¡Cuánto se le echa de menos!