Quiero ser una frontera, una de esas líneas inexistentes que el miedo subraya de ladrillos y cancelas, de asesinos de alambre y armadas puertas.
Yo quiero ser una frontera,
una cosa imaginaria y asesina, una verja que arrecia el miedo dibujando destinos distintos en la frente de las personas. Sí, quiero ser una de ellas para como bruja poder sublimarme, y deshacerme en el pestilente aire que las inspira plantadas sobre las flores bellas, sobre los cadáveres de ancianos, de niños asfixiados, y de las quebradas promesas.Que alguien me permita dejar de ser, que alguien me permita borrar mi pasado y mi futuro de sierva descerebrada y loca, que alguien me permita dejar de ser al servicio de los diablos enchaquetados y broncos, los que parcelan la vida niña, blanca y libre que del mundo brota...