Cuando las cosas están mal, realmente mal, como que queda un poco feo quedarse con la patente y licencias de algo que puede ser la solución para salvar muchas vidas. También es feo que cuando la comunidad invierte tiempo y recursos para resolver grandes problemas una empresa decida “robarse” la idea. Pero hoy tenemos buenas noticias.
Mediante el apoyo de la Free Software Fundation Europe, OpenAIR ha podido adoptar una licencia libre sobre los componentes que forman parte de su ventilador de emergencia diseñado para hacer frente al COVID-19. Este proyecto surgió al comienzo de la pandemia impulsado por
Después de un empujón de la FSFE, la iniciativa holandesa OpenAIR ha otorgado licencias sobre su material para apoyar la reutilización. l profesor Harlaar y estudiantes del Departamento de Ingeniería Biomecánica de la Universidad Técnica de Delft para garantizar la suficiente capacidad de ventilación para el tratamiento de pacientes con COVID-19. El equipo pretendía que su diseño estuviera disponible públicamente pero la tarea no resultaba fácil debido a razones legales. Es ahí donde entró la FSFE en aportar ayuda legal y técnica para permitir liberar el diseño técnico y código fuente, ya que en origen el proyecto carecía de una licencia adecuada y contenía un descargo de responsabilidad que prohibía su uso comercial.
Al notar esto la FSFE contactó al equipo para informarles que su publicación no cumplía con sus intenciones al ser contradictoria. Tras negociaciones el equipo estuvo de acuerdo y decidieron seguir las recomendaciones dadas y cambiar el descargo de responsabilidad, poner una licencia internacional CC-BY 4.0 en todos los documentos y proporcionar el software bajo una licencia de Software Libre (licencia Apache 2.0).