No se si fue la portada, el dossier de prensa que recibí en el correo electrónico, la sinopsis, o ese sexto sentido que tenemos todos los lectores, pero verla fue quererla. Por aquel entonces estaba buscando algo nuevo para la Yincana Histórica, para que no se limitara solo a los sorteos mensuales, quería que de vez en cuando pudiéramos hacer algo juntos. Y pensé que esta novela se prestaba para ello, porque no era histórica pura, y la ambientación parecía muy adecuada, además se podía reseñar en varias casillas, y eso ofrece mucho juego a los yincaneros.
Ya solo me quedaba mover los hilos, y la verdad es que la editorial me lo puso muy fácil, desde el primer momento les gustó la iniciativa y me brindó la oportunidad de hacer una lectura conjunta poniendo a nuestra disposición cinco ejemplares para sortear, como requisito que no se demoraran las reseñas, así que el sorteo fue expres y la llegada de los ejemplares rapidísima, me gustaría dar las gracias a la editorial por tantas facilidades.
Nunca había leído nada del autor, para mi era una apuesta arriesgada, porque se basaba en un pálpito, aunque Kayena, que si había catado su prosa me dijo que seguro que acertabamos. Y he decir que Juan Pedro Cosano me ha sorprendido con su forma de narrar, con el léxico tan rico y cuidado que ha usado, con el mimo que ha puesto en la ambientación histórica, con ese uso de los aromas, los colores y la luz que te transportan a un mundo que no conoces y a una época que yo no he vivido.
Una novela que ha superado las expectativas que yo había puesto en ella, que he disfrutado comentando en facebook y en twitter. Y a pesar del poco tiempo del que disponía mis compañeras me animaban a seguir leyendo con sus apreciaciones, con esas frases lanzadas al azar que en mi causaban un efecto rebote de querer coger el libro y llegar donde ellas cuanto antes.
Pero no adelanto acontecimientos, que como siempre me voy por las ramas y queda mucho hilo del que tirar. Si que quiero hacer especial mención a la edición de esta novela, puesto que debajo de la sobrecubierta esta reproducida la misma imagen que podemos disfrutar en ella, eso lo he visto en pocos libros y me ha causado muy buena impresión, porque embellece el ejemplar.
El autor:
Juan Pedro Cosano Alarcón, nació en Jerez en 1960, es titular del bufete jurídico Cosano y Asociados, S.L.P., en Jerez de la Frontera, aunque desarrolla su actividad por todo el territorio nacional.
Es autor de las novelas Hispania y Las muertes pequeñas y del poemario La noche calma y otros poemas. En 2014 recibió el Premio Abogados de Novela por El abogado de los pobres. En 2015 publicó llamé al cielo y no me oyó, nueva entrega de las peripecias de su personaje Pedro de Alemán y Camacho, abogado de pobres.
Está casado y tiene dos hijos, ambos estudiantes de Derecho.
Sinopsis:
Una sociedad a punto de cambiar para siempre
Jerez de la Frontera, años treinta: Beltrán de la Cueva, carismático y ambicioso, heredero de una de las sagas bodegueras más importantes de la ciudad está comprometido con una joven de su clase. Pero en su camino se interpone una pasión inesperada: la que siente por la bellísima Lele Gavilán, una de sus empleadas.El destino siempre tiene la última palabra.
Lo que podría ser la historia banal del aristócrata que seduce a la joven inocente tiene una deriva que dejará sin aliento al lector: el curso de los acontecimientos dará un giro extraordinario, movido por el viento de la historia y sus dramáticas circunstancias pero, sobre todo, por causa del carácter indomable de Lele.Un Downton Abbey a la española.Mis impresiones:
Me gustaría decir en primer lugar que creo que el libro se defiende por si solo, y tiene suficiente empaque para no necesitar esa comparación con Downton Abbey, y seguro que si os acercáis a él o si os habéis acercado ya coincidiréis conmigo en esta apreciación.
En segundo lugar espero estar con mi reseña a la altura de esta novela y sobre todo ser capaz de picaros la curiosidad sin fastidiaros la lectura, porque son tantos los giros inesperados que da, que creo que el lector debe llegar a ella sabiendo lo menos posible, o si puede ser sin saber nada, porque se disfruta mucho más. Es de esas novelas que vale la pena leer cuando salen publicadas y poca gente ha opinado aún sobre ellas.
El contexto histórico:
Son varias las cosas sobre las que creo que se sustenta el éxito de esta historia, o sus puntos fuertes, y me gustaría destacar la ambientación histórica, porque la he disfrutado muchísimo, pocos autores saben trasladarte a la época de forma tan amena y a la vez didáctica, sin ofrecer más datos de los necesarios y regalando al lector resúmenes que lo sitúan sin abochornarlo, sin ralentizar la lectura.
La novela comienza con la caída de Primo de Rivera, nos encontramos ante un periodo convulso de la historia de España, la sociedad tal y como se concebía hasta ese momento empieza a cambiar, se produce un choque de trenes a alta velocidad, la clase adinerada que pretende mantener sus privilegios y su estatus, y la clase trabajadora que harta ya de sobrevivir exige mejoras laborales y salariales. Y este choque terminará desembocando en la Guerra Civil, en esa lucha fraticida que me cuesta entender y que de alguna manera todavía colea.
A grandes rasgos esto sería extrapolable a toda España, pero la novela se centra en Jerez, tierra de vides, de uva, y vinos. Juan Pablo Cosano mezcla con gran acierto personajes ficticios con personajes de ficción, tienen solera en Jerez los apellidos de Gonzalez Byass y Domeq, como también los lectores sabrán reconocer al general Mola y otros que desfilan por estas páginas otorgándole gran verosimilitud.
El titulo de la novela es ya una gran metáfora, hace referencia al color de los vinos de Jerez y también a la riqueza que genera en la zona, no solo para los bodegueros que son los que salen más beneficiados, también dan trabajo a multitud de personas, hombres y mujeres en una época en que la mujer solía quedarse en su casa para no quitar el jornal al varón.
De la mano de la trama Juan Pedro Cosano nos narrará la influencia, económica, social y en ocasiones política, que en la Jerez de la época tenían los bodegueros, que en ocasiones extendía sus tentáculos fuera de la ciudad, la apertura de nuevos mercados en los que colocar los caldos, las luchas por el poder, e incluso los enfrentamientos entre las bodegas más importantes que en ocasiones sellaban un pacto de no agresión mediante matrimonios de conveniencia. También seremos testigos de las relaciones con Reino Unido.
Del nacimiento de los sindicatos, de las arengas para concienciar al obrero, de las huelgas que terminaron por paralizar las bodegas, del ingenio de los bodegueros para lograr desconvocarlas una vez las pérdidas ya eran demasiado cuantiosas. Del enconamiento entre esas dos clases sociales que terminó desembocando en la Guerra Civil y más tarde en una posguerra llena de represalias.
Al ser Jerez una ciudad tomada de forma temprana, la Guerra apenas se deja sentir, y por ello el autor se vale de saltos temporales, pero para que el lector en ningún momento pierda de vista el contexto histórico en el que se enmarca la trama, resume la situación en el resto de España, que poco o mucho afecta a Jerez y a su situación económica y política.
Unos personajes de carne y hueso
El otro punto fuerte de esta novela sin lugar a duda son sus personajes Juan Pedro Cosano tiene la habilidad de crear unos personajes que se salen del papel, personajes muy creíbles, ricos en matices y complejos. Personajes a los que ves crecer y transformarse, que parece que toman decisiones delante del lector, tiene el autor la habilidad de trasladar al lector a la trama de la mano de todos y cada uno de ellos, desde los principales a los secundarios.
Podríamos decir que los protagonistas absolutos son Beltrán de la Cueva y Villacreces y Mercedes Gavilán, conocida por Lele. Ambos son personajes antagónicos cuyos caminos no deberían haberse cruzado nunca, sin embargo la razón no siempre se impone al corazón.
Beltran es el personaje que me da la sensación que más evoluciona a lo largo de la trama, lo conocemos en su juventud, estudiando en Madrid, o más bien haciendo ver que estudia, mujeriego, carismático y un tanto tarambana, Beltran se dedica a vivir la vida y a malgastar dinero, Huérfano de madre desde el nacimiento, la relación con su padre es fría y sin embargo estrecha, es justo su desaparición la que da un vuelco a su vida y la que nos revela a un Beltran distinto, muy centrado, gran negociador, con pocos escrúpulos o ninguno, capaz de tomar las riendas de unas bodegas en las que solo tenía unas pocas acciones de uan forma podríamos decir poco ortodoxa.
El joven Beltran nos dará más de una sorpresa a lo largo de la lectura, y en muchas ocasiones nos preguntaremos donde quedó el canalla que conocimos en las primeras páginas. Su psicología es un tanto compleja, es un personaje con luces y sombras, quizás más de las segundas que de las primeras, un personaje para disfrutar descubriéndolo.
Lele Gavilán, es una joven obrera, que a pesar de su pobreza destila una gran felicidad, su única ambición ganar el poco dinero que lleva a casa y que hace la vida un poco más fácil a su familia. Su mente se tortura con unos ojos verdes, los de un señorito bodeguero al que no puede aspirar. Aún así se conforma con la compañía de un joven de su estatus social al que no ama, Antonio Barea. Su vida sufrirá un cambio drástico al perder el trabajo en circunstancias trágicas, y la ayuda del abogado de Bodegas Beaumont será providencial para el sustento de la familia Gavilán.
En un momento en que los ojos verdes de Beltran se cruzaran con los ojos negros de Lele, el universo de ambos quedará roto en miles de pedazos. El casanovas de Beltran intentará terminar con el candor de Lele, pero lo que ocurre lo vais a tener que adivinar vosotros.
Me ha sorprendido lo bien que el autor ha sabido plasmar la lucha interna que mantiene Lele, esa lucha entre el corazón y la razón en la que solo hay una perdedora, Lele.
Sonsoles Domeq: Una señora de la cabeza a los pies, a las damas de alcurnia se las educaba para casarse, llevar las riendas de una casa, criar hijos sanos y felices y hacer la vista gorda ante los escarceos de sus maridos. La posición de esta Jerezana es un tanto difícil, y en todo momento se mantiene en su sitio.
Maravillas Obertos de Valeto: Prima de Beltran una mujer de armas tomar, acostumbrada a conseguir siempre lo que quiere sin importarle lo que arriesga, dará mucho juego.
Antonio Barea: quizás el personaje que menos simpatía me ha despertado no entendía su fanatismo, quizás era necesario comprender su pasado, lo mucho sufrido para poder ponerse en su piel, aún así no lo he conseguido. Novio de Lele, y cenetista se mete en la boca del lobo una y otra vez. Quizás lo que menos pude comprender es la reacción para con su novia al salir del calabozo. Pero en su cruz llevó la penitencia.
No son todos los que son, pero si los que yo he creído oportuno destacar, pero vale la pena ir descubriéndolos poco a poco, sobre todo por las sensaciones que despertarán en nosotros como lectores.
La ambientación espacial:
Podríamos decir que la ciudad de Jerez es un personaje más de esta novela, Juan Pedro Cosano nos da descripciones exactas y en ocasiones exhaustivas , no solo físicas de sus calles, monumentos y edificios importantes, también nos describe la luz, las sombras, los aromas y los colores que podemos encontrar. Tras terminar de leer esta novela piensas que de visitar Jerez serías capaz de reconocer los enclaves por los que hemos paseado a través de la pluma de Cosano, la calle Francos, el Casino Nacional o el Jerezano...
La mayor parte del color lo dan los viñedos, las uvas, el vino, el sol que se derrama por la ciudad haciendo que la riqueza fluya entre aquellos que regentan las bodegas. Cosano juega también con el aroma, Lele es una gran apasionada de los perfumes y de las esencias. También juega con la gastronomía de la ciudad, tanto de lo que se puede comer en las casas pudientes como en las trabajadoras. La contraposición es patente en todo momento, como forma de que podamos ver como inevitable ese choque de intereses.
A pesar de que la mayor parte de la acción sucede en Jerez, en ocasiones se trasladará a Madrid, quizás en esta ciudad donde mejor podemos ver los efectos de la guerra. Puesto que al principio de la novela el joven Beltran se encuentra en la capital de España, lleva una vida disoluta, Madrid cosmopolita y brillante atrae las riquezas, hay ambiente en las calles y en los bares. Esta situación cambia con la guerra y cuando Beltran recala de nuevo en la capital se encuentra una ciudad gris, que ha perdido la alegría, en la que deambulan muchos foráneos en busca de una vida mejor, es el Madrid de las cartillas de racionamiento y de los estraeperlistas.
También visitaremos Sevilla y Gibraltar, en todos los enclaves el conocimiento de Cosano nos será mostrado, podremos pasear junto a los personajes, vivir con ellos sus experiencias. Tendremos el alma en vilo y el corazón partido en más de una ocasión.
El estilo:
Cosano hace gala de un léxico cuidado, culto, lo que yo llamaría LITERATURA, así en mayúsculas, rescata palabras en desuso, palabras que podemos comprender por el contexto, pero aún así los curiosos disfrutaran buscando en el diccionario. Nos encontramos ante múltiples metáforas y aún así es una novela al alcance de cualquier lector.
La novela se divide en cuatro partes, cada una narra un periodo, no solo de la historia de nuestro país si no también de la relación entre Beltran y Lele, a su vez cada parte esta dividida en capítulos cortos, muchos terminan en puntos álgidos de la narración obligando al lector a leer un poco más y si las dos primeras partes cunden un poco, las dos últimas vuelan en las manos del lector ávido por saber de las suerte de los personajes.
El autor se vale de un narrador omnisciente, lo que sirve al lector para ver la trama desde todos los puntos de vista posible, hace gala de un cuidado equilibrio entre la narración y el dialogo y tiene unos giros sorprendente que agilizan la lectura y que mantiene al lector atento en todo momento, sin que el interés por lo que cuenta decaiga en ningún momento.
No conocía la prosa del autor, es la primera novela que leo, sin embargo auguro que no será la última.
Conclusión
Nos encontramos ante una novela de ambiciones, de luchas familiares y de pocos escrúpulos, un periodo histórico convulso y unos personajes muy bien dibujados por el autor. Con estos ingredientes Cosano marida una trama que mezcla el amor, las convenciones sociales, la lucha entre la razón y el corazón en una sociedad muy encorsetada, como es la jerezana del siglo pasado.
Sin despeinarse y sin cansar al lector hace un retrato social, económico y político de la España de 1929 hasta la posguerra, todo ello macerado con una historia que hará vibrar a más de un lector.
Solo me queda recomendaros su lectura.
Esta reseña participa en la Yincana Historica. Conflictos belicos: Guerra Civil española