La fuerza de la ilusión es el termómetro de la edad. “Uno es tan joven como sus ilusiones y tan viejo como sus recuerdos”
Hay personas cargadas de años que, empapadas de ilusiones, son perennemente jóvenes.
Vida y deporte se apoyan en la ilusión y el equilibrio. La analogía entre la vida y el deporte nos da una lección interesante.
El disfrute del deporte de la vela se apoya en la ilusión de desplegar esta al viento, con el timón en la mano, y la distribución correcta del peso. La maravillosa sensación de flotar, deslizarse y volar al mismo tiempo se encuentran cuando vela, timón y peso están en equilibrio con el viento y la mar. Alcanzar este encantador equilibrio es uno de los momentos de goce máximo para quien practica esta especialidad.
Hacen falta la ilusión y el equilibrio… y estar a la hora cuando la oportunidad sople. Y hay que desplegar las velas. Si el barco está en la playa y las velas no estánizadas pasa el viento sin dejar huella.
Igual en la vida; el viento en forma de oportunidad pasa siempre. Tarde o temprano, para todos; pasa el viento del amor, del espíritu, del dinero, del deporte, de la afición… pero muchas velas no están al viento y creen que no han tenido la oportunidad.
En realidad no estaban allí a la hora precisa. No estaban preparados con el barco y la vela aparejados. El viento no falló.
Los que no estaban allí, o si estaban no estaban preparados, argüirán falta de suerte.
La oportunidad, al igual que el viento, pasa siempre, una o varias veces en la vida de cada hombre o mujer. Si al pasar te encuentra preparado se producirá el milagro de la suerte.
“La suerte es el encuentro de la oportunidad con la preparación”. Si hay ilusión, preparación y tendencia al equilibrio, como las oportunidades pasan frecuentemente, pueden aprovecharse para gozar de una vida más plena. Y el equilibrio suele hacer más duraderos los efectos de la suerte.
VN:R_U [1.9.10_1130]