Me gusta el mar cuando está bravo, aunque cuando está así no dejo de pensar en la gente que se gana la vida en la mar. Aquí en el Cantábrico es fácil ver la fuerza de la naturaleza pero nunca como este fin de semana. Estas fotos son de la pleamar de las tardes del sábado y domingo, aunque la más dura y la que ha causado muchos destrozos fue la de la mañana del domingo.
Es un espectáculo ver semejantes olas, en la ciudad no eran tan grandes pero en los acantilados de la Virgen del Mar era impresionante.
No son muy buenas las fotos porque es difícil fotografiar las olas y la cámara tampoco es una maravilla.
Playa del camello, en la ciudad, al fondo península de la Magdalena.
Isla Virgen del mar, está muy cerca de la ciudad
Esta fue enorme, rompió tan cerca que se me corto la respiración un poco y eso que no había peligro que nos alcanzara.