Por Blanca Blay
Dos hombres delante de un comercio en Sarajevo (Bosnia) -FLICKR/ Anthony Guennegou
El domingo Bosnia celebró sus séptimas elecciones generales desde su independencia de la antigua Yugoslavia en Marzo de 1992. Más de tres millones de personas fueron llamadas a las urnas el pasado fin de semana, con una participación final del 54%. Los tres líderes elegidos para la presidencia colegiada (un serbio, un bosnio y un croata) son tres líderes nacionalistas.
La campaña estuvo marcada por los discursos de los distintos políticos que coincidieron en resaltar las diferencias étnicas más que en proponer soluciones para la paralización de la economía, la desigualdad social, la corrupción o el desempleo, temas que sí fueron centrales en las protestas que tuvieron lugar en febrero de este año.
En Bosnia la tasa de desempleo se sitúa por debajo del 40% (la tasa oficial en 2013 era del 44,3%) -si tenemos en cuenta la economía sumergida del país-y dos de cada tres jóvenes no tienen trabajo. De hecho, en 2012 se situaba como el país del mundo con la tasa de paro juvenil más elevada, con un 62,8%. A la crisis económica se le suman los costes que dejaron las inundaciones en Mayo, que ocasionaron daños por valor de 2.000 millones de euros (cerca del 15% del PIB del país).
Más cerca de Dayton que de la UE
“Los acuerdos de Dayton”, imagen de las Fuerzas Aéreas estadounidenses/Staff Sgt. Brian Schlumbohm.
Ante esta compleja realidad, los resultados del domingo no traerán grandes cambios para el país si las máximas aspiraciones de los líderes nacionalistas que claman su victoria siguen centrándose en políticas étnicas.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) afirmó este lunes que las elecciones generales celebradas el domingo en Bosnia y Herzegovina han estado marcadas por las divisiones étnicas. “La falta de voluntad política para dejar atrás los acuerdos de Dayton evita que el país se aleje de sus divisiones interétnicas para avanzar hacia un progreso real”, explicó el director de la misión del organismo en el país, Roberto Battelli.
Además, el sueño de acceder a la UE medio murió ya en 2009 cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos pidió un cambio en la constitución del país para que minorías étnicas pudieran optar a sillas actualmente reservadas a bosnios, croatas y serbios.
Una radiografía de Bosnia-Herzegovina
El país tiene un complejo sistema gubernamental que fue está inevitablemente relacionados con los acuerdos de paz de Dayton firmados por los presidentes de Serbia, Bosnia-Herzegovina y Croacia hace nueve años (21 de Noviembre de 1995). Si bien estos acuerdos pusieron fin a la sangrienta guerra balcánica que empezó en 1992 y que dejó más de 100.000 muertos, significaba la materialización de las divisiones étnicas del país y la puesta en marcha de un único y complicado sistema de gobierno.
Y es que si bien es un único país en realidad se trata de dos entidades: la Federación de Bosnia y Herzegovina, y la República Autónoma Serbia y parte de estas dos entidades es el Distrito Brčko, una unidad de autobogierno multiétnica. Así las aspiraciones son étnicas. Por un lado, la República Serbia busca más autonomía o directamente una secesión, por otro, los partidos croatas apuestan por una tercera entidad con autonomía pero dentro de Bosnia, y por último los partidos bosnios quieren un país con un gobierno más centralizado.
El país tiene una población total de 3.871.643 habitantes (datos de Julio de 2014). Según el CIA World Factbook, un 48% de la población son bosnios, el 37.1% son serbios, el 14.3% son croatas y el 0.6% “otros”. La Federación de Bosnia y Herzegovina es predominantemente bosnia (musulmanes) y croata (católicos), mientras que la República Serbia es serbia (ortodoxos).