Siempre hablamos del maltrato físico, de lo malo que es un golpe para los niños, de lo contraproducente que es tratar de “educar” en base a amedrentar a los que mas queremos, pero poco hablamos de la carga violenta que pueden tener nuestras palabras.
Hace tiempo via Twitter me pasaron estos videos, creo que poco hay que añadir. Muchas veces procuramos no golpear físicamente a nuestros hijos, pero tenemos poco cuidado con las palabras que decimos, y siendo sinceros, si nos dirigieramos así a un “igual” (esposo@, mama, amig@ ) que pasaría? se quedarían callados en silencio como nuestros niños cuando les repetimos lo mal que hacen las cosas siempre?.
Son dos videos, uno detrás de otro, recomiendo verlos ambos.