Revista 100% Verde

'La fuerza está en nunca abandonar la calle'

Por Tintaverde

Hace cinco meses que más de 500 vecinos autoconvocados de Miramar marchan sobre el centro de la ciudad en defensa del Vivero Dunícola Florentino Ameghino. Movilizados por la defensa de un espacio público y natural, luchan por poner freno a un proyecto de la empresa Frontera Sur, cuyo objetivo es la creación de un complejo comercial dedicado a la actividad turística.

Por María Paz Rodríguez Striebeck

Internándose en las arenas miramarenses, el paisaje costero se topa con un complejo exclusivo que ofrece servicio de balneario, restaurant, una disco y algunas cabañas que próximamente serán un Apart Hotel & Spa. Allí, en el Médano Grande, este parador invita a un espacio tranquilo, recreativo y natural, que se sostiene a cambio de la destrucción  de una reserva forestal emblemática de la ciudad. Lo que en un principio fue el Primer Parador Ecológico de la costa Atlántica, conformado por una casita de madera construida de materiales reciclados y sostenida por energía eólica, con el tiempo fue extendiéndose a un proyecto comercial mucho más ambicioso. Un proyecto que nada tiene de ecológico, y que en la medida que avanza, está invadiendo,  alterando y destruyendo los espacios naturales de la zona.

En este sentido, la preservación del vivero, primera experiencia de forestación dúnicola en América, constituye la motivación principal de estos jóvenes y adultos que alzaron su voz para defenderlo. “En el 2003, vimos que hicieron una montaña de arena, para que no se vea y después, cuando vimos las obras, comenzamos a movernos. Lo primero fue hacer un grupo en Facebook”, expresan Diego Asili y Maria Lucia Sueldo, integrantes y coordinadores de la Asamblea en defensa del Vivero. “La primera vez que nos encontramos llovía, pero había un montón de gente. Eso si que fue autoconvocados, porque fue todo desde abajo, no nos conocíamos entre nosotros”, agregan. Esos fueron los primeros pasos de una lucha que nació virtualmente y se materializó con el correr de los días. Sin una postura política partidaria, se sostiene con el esfuerzo y la dedicación de todos los que pretenden frenar la intrusión de esta empresa sobre la reserva forestal.

Miramar de pie

MOVILIZADOS. La Asamblea en Defensa del Vivero por las calles de Miramar

Luego de las primeras marchas, comenzaron a juntarse por lo menos tres veces por semana para organizarse y pedir explicaciones al municipio. Su reclamo llegó a la Banca 15, donde fue expuesta la situación y se resolvió la creación de una “Comisión Investigadora” de la causa, que luego de la primera reunión, fue disuelta sin encontrar respuestas ni soluciones para la situación. “Nosotros no estamos en contra del “progreso”, pero creemos que este no es el camino. El vivero es un espacio público de todos los ciudadanos y debe ser consensuado su uso”, aclaran. A partir de esto,  integrantes de la Asamblea hicieron un Informe de Situación y se dedicaron a reunir expedientes que fundamentaran las irregularidades y pudieran parar  la construcción. “Nuestra propuesta es que se destruyan las cabañas y se devuelva al estado original. Además que se formule un reglamento donde el vivero sea autónomo. Es decir, nosotros también pensamos en como deberían ser los pasos a seguir, para no quedarnos solo en una denuncia,” sostienen  Sueldo y Asili.

Desde este lugar, la Asamblea exige una respuesta a las autoridades municipales, que los tilda de jóvenes “ecologistas” y “ambientalistas” que están en contra del progreso y sólo quieren generar disturbios en la ciudad. Constantemente minimizan su reclamo y ponen trabas para que la causa no continúe. Sumado a esto, los medios de comunicación locales que en un principio brindaban su espacio para difundir la situación, poco a poco les fueron dando la espalda. Pero la lucha esta más allá de estos espacios, ya que cuentan con el apoyo de organizaciones sociales, grupos de vecinos y otras asambleas regionales de la costa que fueron surgiendo en los últimos años a partir de problemáticas similares; como es el caso de la asamblea de Villa Gesell que está intentando frenar el proyecto “Mandalay” (ver ‘Mandalay’ en las arenas movedizas). En este sentido, el pasado 12 de marzo, Miramar fue sede de la 3er Asamblea Regional que estas organizaciones, están realizando periódicamente en toda Costa Atlántica.

Miramar de pie

PLAYA TOMADA. Vista area del complejo Frontera Sur

Actualmente, el recurso de amparo ya fue presentado por el Dr. José Esain y se espera que se notifique al concesionario de la situación, para que finalmente, paralicen las obras. Mientras tanto, la ciudad continúa con el fuego encendido, los domingos la peatonal se sigue poblando de grandes y chicos que se nuclean para defender lo propio. “En cada marcha tratamos de buscarle el lado creativo para que la gente se sume y no se aburra. Hicimos mateadas, tocaron bandas, un día los nenes pintaron sus manos sobre una bandera, otro día  hicimos un remate virtual de médanos y alambrados”, comenta Asili y agrega: “La gente nos dice que aunque seamos pocos, nunca dejemos de hacer las marchas”. Así, en cada expresión, queda clara su motivación de lucha. Saben que no tienen que bajar los brazos, que la fuerza está en la calle y mientras marchen, por alguien serán escuchados. De esta manera, continúa una disputa que luego de cinco meses, se mantiene latente, exigiendo que se detengan las obras, se reconozcan las irregularidades y se vuelva al estado original del Vivero; haciendo de él, un verdadero espacio natural, autónomo y autogestionado.

¿Por qué defender el Vivero?

-Fragmento extraído del Informe Situacional presentado por la Asamblea en defensa del Vivero-

El Vivero Dunícola Florentino Ameghino  fue creado en el año 1923 por el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires como un establecimiento forestal que tenía el objeto de estudiar las arenas móviles del mar Argentino. Con una extensión de 502 hectáreas, se constituye como un bosque artificial creado con el fin de fijar dunas y médanos, en el cual se han adaptado, según los últimos informes publicados por el Museo Municipal “Punta Hermengo”,  más de 41 especies botánicas, 25 especies de mamíferos, 66 de aves, variados anfibios, entre otras, y en donde se han hallado diferentes restos fósiles de la fauna prehistórica

La denominación “vivero” es atribuida ya que se cultivan, maduran y germinan todo tipo de plantas por acción misma del ecosistema como también por acompañamiento del hombre. Hoy no sólo puede disfrutarse por tal manifestación natural, sino también, por las múltiples actividades que pueden llevarse a cabo, desde cabalgatas hasta clásicos asados en las parrillas dispuestas en el espacio.

Actualmente, se encuentra en manos de la Municipalidad de General Alvarado, que lo utiliza no sólo como reserva forestal productora de semillas sino también como parque recreativo. Es un lugar de encuentro entre familiares y amigos. Un lugar de común unión con la naturaleza.

Más información en: www.miramardepie.com.ar


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