Una de las épocas históricas que más me han llamado la atención, es la de la Roma antigua. Quizá por eso me gusta el color marrón o la combinación de los colores de la bandera y escudo romanos. En fin, es innegable la vastísima herencia que el mundo romano ha dejado en la cultura occidental en diversos aspectos; y a más de uno su Historia fascina, desde su legendaria fundación hasta el auge y caída del poderoso imperio que formó.
Roma se erigió original y tradicionalmente en la región italiana de Lacio, a orillas del río Tíber y sobre siete colinas: Aventino, Capitolino, Celio, Esquilino, Palatino, Quirinal y Viminal. Las siete colinas están en el corazón de la ciudad, la llamada Roma Quadrata.
La fundación de Roma se puede explicar de dos formas, según la tradición y según la Historia. De acuerdo a la tradición romana, la ciudad fue fundada por los gemelos Rómulo y Remo. La leyenda cuenta que en 771 a.C., Numitor, rey de alba Longa fue destronado por su hermano Amulio, quien además mandó matar a sus sobrinos varones para perpetuarse en el poder; pero a su sobrina Rea Silvia la obligó a ser sacerdotisa de Vesta, pues como vestal no podía casarse y por tanto no tener hijos. Pero el dios Marte se enamoró de Rea, la sedujó y la violó, de modo que de esa unión, nacieron dos niños gemelos: Rómulo y Remo. Para salvar a sus hijos, Rea Silvia metió a los niños en una cesta y los dejó a la deriva en el río Tíber, y una vez que tocó tierra nuevamente, los bebés fueron amamantados por la loba Luperca, y posteriormente encontrados y criados por los pastores Faústulo y Aca Laurentia.
Al crecer, los hermanos supieron la verdad de sus orígenes, así que fueron a Alba Longa, mataron a Amulio y restauraron en el trono a su abuelo Numitor, quien les cedió el territorio de Lacio. Según el relato, los hermanos fundaron su ciudad el 21 de abril de 753 a.C., a la edad de 18 años. Pero un desacuerdo sobre la colina exacta donde se fundaría la ciudad, terminó con la muerte de Remo a manos de Rómulo, convirtíendose este último en su primer rey.
Pero la leyenda no se queda ahí, porque a los gemelos, les da un origen divino por padre y madre, pues aunque Rea Silvia era humana, era descendiente de Eneas, hijo de Venus. Eneas fue un valiente guerrero troyano, que según la tradición romana y la Eneida de Virgilio, después de la caída de Troya, viajó a Lacio guiado por su madre Venus.
La fecha de la fundación de Roma, como ya se mencionó, fue establecida como el 21 de abril de 753 a.C. según nuestra cronología. Pero no fue siempre así, al menos con respecto al año, pues variaba entre 758 y 728 a.C., hasta que en la época del Imperio se definió en 753, de tal manera que ahora esa fecha se tomaba como referencia para empezar a contar los años, como hoy se hace con el nacimiento de Cristo. Ese año se audía en las dataciones como el del Nacimiento de Roma; por ejemplo, el año en que Octavio Augusto fue declarado Emperador (27 a.C.), sería Anno DCCXXVI ab Urbe Condita (en latín: Año 726 desde la fundación de la Urbe).
Pero de acuerdo a los estudios históricos y arqueológicos, se explica que Roma fue fundada a mediados o fines del siglo VIII a.C., por inmigrantes de Asia Menor, que se establecieron en Lacio, y poblaron las aldeas que se encontraban las siete colinas, conviviendo con pueblos como los etruscos, sabinos y latinos. Es precisamente la región de Lacio, la que da el nombre al idioma de los romanos, el latín. Eventualmente la leyenda fundacional se usó para explicar y justificar las conquistas militares, ya que los romanos eran herederos del guerrero Eneas, así como de la divina intervención de Marte, dios romano de la guerra, sin mencionar que los gemelos fundadores fueron amamantados por una loba. Este sería el inicio de la ciudad que llegó a conquistar al mundo conocido hasta entonces.
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publicado el 11 junio a las 21:04
Mas claro imposible, una síntesis perfecta!