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Seprona tiene conocimiento del suceso ya que se personó también en el lugar, y, por medio de los microchip se ha logrado saber sus nombres y el propietario, un cazador y criados con domicilio en Salamanca. Motivo por el que ya existe una denuncia por cada uno de los animales muertos.
En fechas pasadas, uno de los voluntarios de la Fundación Luna se encontraba paseando con sus perros por Arapiles y se encontró los cadáveres de cuatro galgos con signos de haber sido ahorcados. Hallazgo que puso en conocimiento del Patronato de la Fundación Luna.
Al día siguiente, dos miembros de la Fundación Luna para la protección de animales, junto a una patrulla de Seprona, acudieron al lugar donde se hallaban los galgos muertos y acabaron descubriendo otros cinco galgos muertos más, con lo que eran nueve los cadáveres. De ellos siete eran hembras (Alba, Espléndida, Benita, Barbi, Rusa, Saeta y Diana), un macho (Fauno) y un galgo más cuyos datos se desconocen por su avanzado estado de descomposición.
Según informan a SALAMANCA24HORAS de la Fundación Luna, de estos animales, siete no llevaban muertos más de una semana, otro llevaría allí enterrado un mes y otro, tres meses. De todos ellos, ocho tenían microchip, motivo por el que se conocen sus nombres, y solo uno estába dado de baja por "muerte accidental".
La Fundación Luna junto al Seprona desenterraron los cadáveres de los galgos e iniciaron la investigaciones para identificar al propietario de los mismos, que es el mismo en siete de los casos. Se trata de "un criador y cazador con galgos, A. M. P., con domicilio en Salamanca capital y que participa regularmente en el Campeonato de España de caza con galgo", aseguran a este diario fuentes de la investigación.
Aunque todos los galgos tenían cuerdas en el cuello, había indicios de que "habían sido envenenados y que las cuerdas se utilizaron para sacarlos y arrastralos desde el vehículo donde los llevaron".
Según ha indicado a la investigación el propietario de los mismos, "a los animales los había matado un veterinario mediante inyección", sin dar ningún motivo de por qué lo había hecho. Simplemente, ha respondido "porque si", aseguran las mismas fuentes.
Ya existe interpuesta una denuncia por cada uno de los animales muertos, aunque l"amentablemente sólo se le impondrá una sanción administrativa por no haberlos dado de baja en el Registro de Animales de Compañía de la Junta de Castilla y León, así como por haberlos enterrado en un lugar no autorizado para este fin", explican desde el Patronato Fundación Luna.
Desde la Fundación Luna realizarán "un estricto seguimiento para verificar que esta sanción llega a término y vamos a pedir toda la documentación relacionada con ese sacrificio, para comprobar si ciertamente ha sido así, como medida complementaria a las medidas que nosotros ya habíamos emprendido para verificarlo. Lamentablemente en España es a lo máximo a lo que podemos aspirar, para hacer frente a galgueros sin escrúpulos y veterinarios sin vocación", denuncian desde este Patronato de defensa de los animales.
Imágenes de los galgos sacrificados en Arapiles con nombre Alba, Esplendida, Benita, Barbi, Rusa, Saeta, Diana y otra galga con nombre desconocido, más un macho de nombre Fauno.
Fuente: http://www.salamanca24horas.com/