Tomado del Blog Descubriendo Verdades
Fuentes creíbles han dado a conocer que un directivo de la FNCA comentó en días recientes a un grupo de personas que su organización realizará recortes en los fondos que envían a los grupúsculos de la contrarrevolución interna, enfrascados en sostener proyectos subversivos dentro de la Isla. La supuesta carencia de fondos disponibles –tal vez una forma de controlar a estos mercenarios y redirigirlos hacia acciones que se apeguen a sus objetivos– afectaría a varias organizaciones como la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), las Damas de Blanco y la Red Comunitaria de Comunicadores Sociales, devenidos en sus principales Caballos de Troya en sus planes de desestabilización y subversión contrarrevolucionaria en Cuba.
Este propio directivo, usando como argumento la falta de presupuesto suficiente y la inexistencia de resultados palpables en el trabajo de sus agitadores asalariados, incluirían recortes en las recargas a teléfonos celulares, avituallamiento, entregas de dinero a sus “activistas”, así como reducción de fondos para los proyectos que desarrollan. La depresión de los fondos con los que cuenta la FNCA –usados fundamentalmente para financiar viajes de mercenarios viajeros y en provecho de los bolsillos de muchos liderzuelos– también pone al desnudo que los resultados del dinero empleado no han dado los frutos esperados por ellos, al evaluar el poco impacto de sus acciones sobre la sociedad cubana. Lo cierto es que todos estos grupúsculos no han justificado plenamente la inversión hecha en ellos. Para la FNCA, particularmente, resulta muy grave que tanto las Damas de Blanco se han resistido a cambiar el rumbo de sus acciones, así como los liderzuelos contrarrevolucionarios Berta Soler, Ángel Moya y Antonio Rodiles, entre otros.
La FNCA, de manera particular, y las organizaciones contrarrevolucionarias, en general, se han lanzado a una desesperada carrera en búsqueda de fondos para sustentar su guerra mediática anticubana. Para ello han incursionado en diversos organismos internacionales arguyendo la distorsionada visión de “un incremento represivo por parte del gobierno cubano contra disidentes y una constante violación de DDHH”. Todo queda en otras nuevas falacias. Y la FNCA usa los fondos para presionar a sus asalariados de forma descarada.
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