Para los saturnos psicodélicos, forramos unos hula hop con chaquetas reflectantes y pegamos un circulo de la misma tela (pero en otro color) a los cuerpos de los niños.
Normalmente al trabajar con la luz negra, se enfoca la energía en conseguir la perfección (en tapar, esconder, ocultar las mecanismos detrás de la ilusión) ya que la magia para el espectador está precisamente en no saber como se ha conseguido los efectos visuales que se está viendo. Sin embargo, esta escena gana mucho con las "imperfecciones" de los niños. Cuando se cae un hula hop, y se nos ve "el plumero", la magia para el espectador se aumenta (curiosamente)... Por esta razón decidimos no esconder a los niños al terminar la escena y de encender las luces un pelín antes, para romper (ligeramente) la ilusión... ¿Funciona?¿Qué opinas?La obra entera se puede ver aquí.
