La Galería del Caos, 3: Lola Lugo:

Lola Lugo, por Ángel González González

¡TODO PUEDE SERVIR!
Mi padre era tornero. Su visión espacial y técnica para mí eran un misterio. Yo, que sólo tengo un gramo de lógica, y me convierto en estatua de sal ante cualquier aparato.Le gustaba controlar el tiempo, cuántos litros de agua habían caído, a qué velocidad corrían las nubes. Su lema: ¡Todo puede servir!Mamá, dice, que tenía un poco el síndrome de Diógenes. Pero, una basura no es sólo una basura, alegaba siempre. Extraño razonamiento, pensaba entonces.Luego, aprendí a mirar, a rebuscar y reciclar cosas. También las palabras. Los pobres esto, lo saben muy bien. En su miseria, de hojalata y trozos de alambre, pintan sus casas de colores, y disimulan su pobreza del tres al cuarto.Y mi padre, que comió algarrobas en vez de chocolate y tuvo que emigrar, amaba los chatarreros, los rastros, los desguaces…Al morir, descubrimos su isla del tesos, fielmente custodiada, defendida con uñas y dientes. Él, el Pirata, amante de los vertederos, se había atrincherado durante medio siglo, ondeando una bandera deshilachada y algo mugrienta, en una fortaleza de trastos imposibles.
Lola Lugo.