Cuenta la leyenda , que en un frío y lluvioso día , un hombre encontró un polluelo malherido . Con ternura lo recogió en su mano y lo llevó a su casa . Día a día lo fué alimentando , hasta que el polluelo por fin tuvo sus alas curadas y le dejó marchar .
Cada tarde el hombre después de su paseo diario , buscaba descanso en un banco de piedra , que quedaba a pocos metros de su casa . Solía mirar al cielo y sonreir a las gaviotas ... Sabía que su pequeña gaviota le observaba ... y ciertamente a la caida de la la tarde ...la gaviota se posaba junto a él en su banco ...
Han pasado muchos años de esta historia , pero cada tarde cerca de la Iglesia de San Nicolás de A Coruña , una gaviota siempre acude a ese mismo banco ...
Será la gaviota de este video ???