Revista Sociedad

La gente común

Publicado el 14 julio 2011 por Alejandropumarino

La gente común

El candidato de la gente común tiene unos emolumentos nada comunes, que alcanzarían los doscientos mil euros anuales, en el caso de percibir la totalidad de retribuciones que le corresponden: Como diputado, como senador, como profesor y como responsable del PSOE en Madrid. La cantidad supone algo así como treinta y tres millones de las antiguas pesetas, que repartidos en doce meses, representarían dos millones setecientas cincuenta mil pesetas mensuales, cantidad nada desdeñable. El Sr. Gómez, que no es tonto aunque haya perdido unas elecciones, renuncia a su sueldo como senador, tal vez porque sea legamente irrenunciable, como se publicó en fechas recientes, y sigue percibiendo, en todo caso, unas retribuciones nada comunes.

Sorprende la facilidad con la que políticos de cualquier color, proceden a ajustarse en sueldo con subidas lineales que escandalizarían a cualquiera, nada más llegar al poder; estamos tristemente acostumbrado a que la única votación del Congreso en el que están de acuerdo todas las formaciones, sea precisamente, la correspondiente al reajusta, al alza por supuesto, de los sueldos que perciben los diputados. En esta Asturias lejana, sorprendió la oposición de Foro Asturias, ganador de las elecciones, a comprar nuevos vehículos de lujo, en estos tiempos de crisis, para su uso oficial. En la imagen que ilustra la entrada de hoy, el Sr. Gómez sube a un automóvil, no se sabe si un Passat o un Phaeton, algo que debería hacer a diario si sigue alojado en su vivienda unifamiliar de Toledo, que tampoco es especialmente común.

Lo que personalmente me irrita de algunos conspicuos de la izquierda no son sus ideas, ni muchos menos, absolutamente respetables; lo que llama la atención es su cinismo, su capacidad de considerarse gente común, su hipocresía defendiendo sueldos dignos, como hizo Pajín, cuando ella percibí quince mil euros mensuales mientras encabezaba la manifestación. Ver como cambió la actitud de Trinidad Jiménez ante el Sahara entre el momento en el que era candidata y otro, posterior, en el que formaba parte del gobierno. Es loable intentar mejorar las condiciones de los desfavorecidos, pero resulta imprescindible hacerlo desde la honradez y desde el sacrificio, algo que no caracteriza precisamente, a nuestros representantes públicos actuales.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog

Revista