La
gente no nace fascista, se hace en un proceso de conversión personal y
fascistización social como el que actualmente se vive en Cataluña desde hace
años. Las ideas que conforman el pensamiento fascista no se plantan de golpe,
todas juntas en un lote, las ideas ultras, de extrema derecha, racistas,
xenófobas, ultranacionalistas, supremacistas… se van adquiriendo día a día, en
el colegio y universidades, en iglesias, por los medios, por las relaciones
sociales, pueden haber anidado en muchos individuos durante múltiples momentos,
y parecer dormidas en estado latente, salvo hechos puntuales, para de repente surgir
acumuladas en un momento explosivo provocado por un hecho significativo.
Habitualmente
surgirán en situaciones de crisis, el odio a los demás surgirá violentamente
cuando alguien se oponga, haga frente, o cuando la indignación por los
sufrimientos infringidos, reales o imaginados, aflore a través de un acontecimiento mediático. La frustración por un sueño que
creían al alcance de la mano y la insatisfacción generada por los partidos o
líderes en quien se confió, hará saltar a primer plano formas violentas de
respuesta.
El
miedo al presente y futuro, junto con los anteriores, son aspectos que pueden
instalarse en los individuos y que poco a poco conformarán su comportamiento y
una manera de ver las cosas, pero ello necesitará dar un salto hasta la
consideración de fascismo, necesitará de organización grupal y de movilización social,
con objetivos que pretendan cambiar la vida y crear una nueva sociedad
ilusionante, inmaculada. Las organizaciones fascistas impulsarán un espíritu revolucionario, de acción como forma de
vida que provoque un cambio profundo, que rompa la sociedad en la que viven.
El
concepto facha es ampliamente utilizado para insultar al oponente, a quien
lleve la contraria o simplemente tenga opiniones diferentes, para
descalificarlo; en bastantes ocasiones quienes lo utilizan como insulto se
comportan como tales fachas, piensan, hablan y actúan bajo un comportamiento fascistoide, habitualmente formando haces, grupos en panda, lo hacen menos
en solitario, lo hacen para atacar y en su primer grado de violencia,
despreciar a las otras personas con significantes de basura humana, con los
cuales justificarán marginar y aplastar al individuo distinto, al que
convertirán en enemigo.
Parte de la incomprensión actual del fascismo se debe
al simplismo de la sociedad que cualquier acontecimiento o conflicto lo intenta
reducir a cuatro frases, toda explicación del hecho social lo quieren encerrar
en una sola palabra o frase, en este caso la utilización de facha, como
insulto descalificador en cuanto una persona lleva la contraria a otra. Opinar
distinto no es visto como consecuencia de diversidad de ideas y personas con
intereses diversos, pero compatibles en una sociedad común, opinar o actuar diferente
tratan de asimilarlo a un hecho represivo hacia ellos, los que quieren imponer
sus ideas por la fuerza del grupo, poniendo los poderes establecidos a su
exclusivo servicio, Generalitat, Mossos, TV3, Catalunya Radio…lo cual lleva al absurdo de considerar fachas
a los que lleven la contraria a los fachas, a quienes se defiendan de ellos, pero así descargan sus conciencias.
‘’ Raza y
Nación son dos conceptos inseparables: el primer nombre significa un complejo
de características fisicopsíquicas parecidas que presenta un grupo de hombres;
el segundo nombre significa la unidad de este grupo de hombres. ...
La Nación
representa un deseo de poder: la Raza, un deseo de reproducción y de expansión.
Hay un sentimiento que las une, pues: el sentimiento del imperium. …
son dos sistemas útiles e inseparables.
Las razas, en
cambio, no pueden nunca desaparecer del todo: pueden estar como en letargo
durante siglos, pueden perder la consciencia de ellas mismas, pero en cuanto se
dan unas circunstancias favorables, rebrotan con nuevas energías. Es la misma
raza, no la misma nación: tiene otro espíritu, otra fuerza, incluso, a veces,
otra lengua; las nuevas familias dirigentes ocupan el lugar de la antigua clase
patricia degradada: nuevas tradiciones han aparecido. El individuo y la raza
son eternos a través del soma, que pasa de padres a hijos y no muere:
el uno y la otra perduran mientras evolucionan indefinidamente. Esta eternidad
del individuo y de la raza tan sólo puede ser frustrada por un cataclismo.’’
Jaume Antón Aiguader i Cortès (1914-1972). “Sobre els
errors del racisme i de l’antiracisme”, Quaderns de l’exili, 1945.