La educación es un término difícil de definir y de encasillar, pues lo que para unos es educado para otros es una soberana tontería o una desfachatez, y creo que es esa ambigüedad, esa oscuridad de túnel de carretera que hay sobre la educación, lo que la convierte en algo con lo que jugar puede llegar a ser muy peligroso. Me fascina la persona que saluda a quien le acaba de hacer una putad... por educación, la que toma café con alguien a quien no soporta por educación y la que se calla cuando alguien la insulta por educación. A veces pienso que hay alguien muy interesado en que seamos educados hasta lo irrisorio porque de esa manera el revolucionario con sentido común que todos o casi todos llevamos dentro tiene menos posibilidades de salir al exterior y cargarse todos los intentos de control que los señores de la tierra ( las grandes empresas, los lobbies, los políticos codiciosos y analfabetos que nos dirigen, los líderes religiosos avariciosos, los malos músicos con buenas discográficas, los malos directores de cine con subvenciones, etc...) quieren que pasemos a diario para asegurarse de que no vamos a dinamitar sus mansiones de oro. ¿Quien no se ha encontrado alguna vez con algún sermón de la amiga o el amigo de turno por intentar actuar con sinceridad y darle mierd... al que merece mierd... y oro a quien merece oro? Todos hemos tenido y tenemos esos amigos que se creen moralmente por encima de todo y que no pueden soportar que no queramos compartir mesa en el comedor con esa persona que nos crea repelús porque la comida es sagrada o que no veamos la necesidad de contarle nuestra vida a la hija de la vecina del tercero solo porque en vez de vivir la suya propia se dedique a interrogar a los demás sobre lo que le sale del cogollo. Esos amigos ( o familiares o compañeros de trabajo o vecinos o mascotas parlantes, qué más da...) ultra educados que todos tenemos ( no sé por qué, la verdad...) se dedican a decirnos que somos unos maleducados porque a veces decidimos hacer un gran corte de mangas a la hipocresía y a los complejos que otros nos imponen y decidimos decir que no a lo que creemos que debe ser siempre un gran no ( hablar con la ex de nuestra pareja sobre sus maravillosos tiempos juntos, dar otra oportunidad a esa amiga que nos ha puesto a parir con medio mundo, ir a reuniones donde no conocemos a nadie y no se nos pierde nada, comprar esa prenda que nos hace cuerpo de perro pero que la dependienta anoréxica que va a comisión dice que nos queda bien, aguantar que la prima de no sé quien nos diga que nos va a psicoanalizar y a decir cómo somos a primera vista porque ella es así de lista y de guapa, y ese largo etcétera que podría no acabar jamás).... Yo no sé muy bien que es la educación, la verdad, supongo que debe ser no tirarse pedos en público, no gritar improperios a la gente, no poner los pies encima de la mesa cuando hay visitas y cosas así, pero lo que sí sé es que hay muchas cosas que son hipocresía pura y dura y que mucha gente que hace de la educación su bandera es en realidad hipócrita. Es esa gente que va de exquisita y que después trata al camarero como una basura porque no está a su altura, que habla pestes de sus amigos cuando éstos se dan la vuelta y que se caga en la ropa interior que se compra y luego intenta que en la tienda le devuelvan el dinero con una sonrisa blanqueada y unos modales propios de la realeza. A mi entender, la gente que siempre está haciendo putad...a medio mundo con la educación en la boca no es educada, es hipócrita. Puedo estar equivocada, claro,(como todos), pero cada vez veo más clara la relación que algunas personas ultra educadas mantienen con la hipocresía y cada vez me dan más ganas de tirarme un pedo en sus caras. ¿Será que me estoy haciendo madura y estoy entrando en el club de las perras viejas y astutas? Pues ese es un club en el que siempre he querido estar, la verdad, así que voy a ver si pido los papeles para rellenarlos cuanto antes y entrar en él antes de que otra me quite la plaza... Pasad un buen fin de semana y usad solo la educación necesaria, que no hace falta tanta como algunos dicen...
dejame que te bese la zarpa, perrilla...