Revista En Femenino

La gestación ectópica en FIV

Por Jorjol

Seguro que a muchos os sonará a chino, pero llamamos embarazo ectópico a aquella gestación en la que el embrión se implanta fuera de la cavidad uterina.  De todas las gestaciones ectópicas, la localización más frecuente es la que se produce en la trompa (casi un 90%), siendo el ovario, el abdomen o el canal cervical otras localizaciones mucho menos frecuentes (pero con mayor posibilidad de complicaciones).

Esta posibilidad de que el embrión se implante en un sitio que no es el correcto se explica porque la fecundación del ovocito y el espermatozoide se realiza siempre en la trompa.  El embrión resultante es empujado por la trompa durante varios días en los que va dividiéndose y evolucionando hasta que finalmente llega al endometrio y se implanta.

Si pasan semanas sin que se diagnostique, el embarazo ectópico puede romper la trompa provocando un sangrado abdominal que precisa un tratamiento urgente (de hecho, es una de las urgencias reales en Ginecología).  Dicho tratamiento, una vez se ha producido la hemorragia, implica hacer una laparoscopia y solucionar el sangrado.

Y ahora es cuando viene la pregunta del millón… si en la FIV yo dejo los embriones en el útero… ¿por qué puede producirse un embarazo ectópico?  Se calcula que la probabilidad de tener un embarazo ectópico en un tratamiento de FIV está alrededor de un 2-2.5%.  Y es debido a que, una vez realizada la transferencia, el útero hace contracciones que pueden desplazar el embrión transferido a la trompa.  Y si esa trompa no funciona como es debido, no consigue devolver dicho embrión de nuevo hacia el útero, por eso se queda allí y sigue evolucionando.

Afortunadamente, como en un ciclo de FIV estamos muy atentos a las pruebas de embarazo desde el primer día que pueden ser positivas, podemos diagnosticar las gestaciones extrauterinas en los primeros días, sin que llegue a producirse la complicación del sangrado, por lo que, en estos casos, la solución es administrar un fármaco que lo que hace es detener el crecimiento del embrión y así evitarnos realizar la cirugía.

Cómo ya os dije en otra entrada, no se acaba todo con la beta positiva, pero tampoco nos tenemos que obsesionar con situaciones poco probables como el embarazo ectópico, sobretodo porque en el contexto de tratamientos de reproducción, la posibilidad de complicaciones es  baja.


La gestación ectópica en FIV

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