Revista Comunicación
La gestión de la creatividad como arma para la innovación
Publicado el 31 marzo 2018 por Héctor Quiles @ElrincondeMK
Siempre he defendido la creatividad en cualquier ámbito de la vida, no sólo a la hora de trabajar, pero hoy me gustaría centrarme fundamentalmente en esas empresas que no están prestando atención al personal creativo de sus organizaciones, corriendo el riesgo de no satisfacer las expectativas generadas por el mercado. Me refiero, fundamentalmente, a toda pequeña y mediana empresa que descuida cualquier posibilidad de innovación ante la situación que estamos viviendo.
¿Tan difícil es promover un entorno que fomente la creatividad y el talento de los trabajadores en una empresa? Necesitamos muchos cambios en las organizaciones españolas que favorezcan a la innovación, transformaciones profundas y radicales en toda su estructura. No podemos continuar siendo el modelo de empresa a “no seguir”, no podemos permitir que nuestras empresas continúen estancándose.
No pretendo criticar a la empresa española en su conjunto, existen muchas empresas que lo están haciendo bien, pero tenemos que reconocer que la gran mayoría pone verdaderas barreras a la innovación.
El talento y la creatividad en nuestro país es abundante, y el problema es la falta de oportunidades dentro de las organizaciones. Es cierto que cada vez más empresas se están dando cuenta de la importancia de tener personas creativas en sus plantillas, aunque todavía falta mucho trabajo por hacer a la hora de gestionarlas.
En muchas empresas, las personas creativas son percibidas con cierta enemistad, por lo que se desaprovecha su potencial. Afortunadamente todo está cambiando. Los empresarios empiezan a ser conscientes del nuevo panorama empresarial que se avecina.
En este sentido, será importante pasar de una estructura organizacional, de la que estamos acostumbrados, a una estructura de innovación, determinada por el hecho de que la innovación no depende solo de las características y la voluntad de las personas, sino que estas requieren de un entorno innovador y un contexto que haga posible generar esa innovación.
Si se promueve la creatividad se conseguirá una relación recíproca entre empleados y empresa, en la que ambas partes saldrán beneficiadas. Para una organización debe ser prioritario proporcionar herramientas necesarias que permitan fomentar la creatividad, al mismo tiempo que generar un sentimiento de motivación constante. Con ello se conseguirá mejorar la autoestima de los empleados y el funcionamiento de la empresa. Si por el contrario, una empresa opta por negar cualquier posibilidad de proponer, opinar, o ser creativo, lo más normal es que no se genere nada nuevo, provocando un estancamiento empresarial.
En muchas ocasiones las ideas plasmadas por los empleados de una empresa han llegado a convertirse en un auténtico plan de negocio, por ello, debemos prestar especial atención a las iniciativas formuladas por los empleados de la organización. No podemos olvidar que la creatividad aumenta la probabilidad de éxito en cualquier proyecto, sea cual sea su naturaleza.