Hace mucho que disfruto de una sequía en mis pensamientos que requieren mas allá de dos frases, que se salen fuera de los aforismos que puedo incluir en tuiter.
Me encuentro en una situación personal que, entre otras cosas, requiere una inversión de formación en nuevos campos ante la incertidumbre futura laboral que se nos echa encima. Por contra, estoy profundizando en un área del conocimiento que tenia un tanto dejada desde hace unos años : el de la gestión de riesgo y el cálculo actuarial.
La gestión del riesgo no es solo una disciplina bancaria ni del seguro. Tampoco es solo una herramienta estratégica de las corporaciones.
La gestión del riesgo nació con el Hombre desde inicios de la Humanidad y con un parto anterior a la lógica previa a la filosofía, pero que se regló con ésta.
La gestión del riesgo se atenía al de la gestión inmediata de la mera supervivencia. De hecho, la supervivencia sigue siendo la gestión del riesgo más continua y que más esfuerzos requiere en el tiempo para la mayor parte de la población mundial. De eso hablare mas adelante cuando acabe de desgranar mi pensamiento.
La profesionalización del riesgo es un índice de civilización. Los gestores mas importantes del riesgo en la Humanidad fueron y son aquellas personas relacionadas con las labores de gestión de los recursos, las políticas y las militares. El mayor riesgo al que se podía enfrentar una civilización es al de ser expoliada. Hay veces que en la gestión del riesgo se olvida el más importante de los riesgos, en esta cultura occidental que idolatra el Dinero y el Derecho, el que afecta a la propiedad en función a la fuerza y el prestigio que la sostiene.
La gestión del riesgo nació por tanto como un arte de algunos, aquellos individuos más poderosos, inteligentes o relacionados de la sociedad que manejaban o disponían de mayor información que los demás para conocer el futuro y sopesar lo eventos que podían oponerse a sus expectativas o a su propia supervivencia o la de los suyos.
Conforme las herramientas del tratamiento de la información han ido evolucionando con la tecnología, la potencia de predicción ha ido mejorando para la mayoría de los hechos que puedan afectar, así como la gestión en masa de información, con cada vez períodos mas cortos para recolectarla. Esto ha supuesto un impulso que ha hecho de la época contemporánea la de mayor acumulación de riqueza de todos los tiempos.
Lo anterior,que podría analizarse como un logro impresionante de la Humanidad, también revela sus caras más oscuras.
El riesgo, por tanto, deja de gestionarse como un arte y comienza como disciplina, principalmente a partir de la Revolución Industrial y cada vez mas hasta la II Guerra Mundial, donde los descubrimientos derivados de la Guerra Total, ponen en manos de los países y a su disposición herramientas matemáticas, estadísticas y computacionales masivas de la que nuestra época es su máximo esplendor.
Es aquí donde la gestión del riesgo una vez acabada la guerra pasa de los Estados, desacreditados por la destrucción masiva a la que ha abocado el nacionalismo agresivo de todas las naciones, a las corporaciones.
No es la primera vez que la cabeza de la gestión del riesgo la asumían particulares, Eso paso en todas las eras coloniales y de descubrimiento desde el Imperio Español hasta el Británico. En el S.XIX este hecho también se produjo, pues la tecnología industrial se integró antes en las empresas y por pioneros que en los Estados. Sin embargo el proceso era inverso. Fueron los Estados los que fueron tomando el control de los medios tecnológicos fruto de las presiones populares y los movimientos obreros postindustriales castigados por el hambre y la ineficiencia en el reparto de la riqueza generada y como se generaba. En un mundo demográficamente explosivo y de baja densidad de población las iniciativas individuales son positivas ocupan lugares que la planificación total y las grandes instituciones no pueden abarcar así como los Estados raquíticos del SXIX. Pero eso no sucede en la actualidad.
La demografía general es descendente, la densidad de población se ha incrementado fuertemente y los recursos se atisban limitados con la tecnología disponible. ¿Porque la razón de esto? ¿Cual es la causa de que los Estados hayan abandonado parcelas de distribución de la riqueza que antes gestionaban y sin embargo mantengan intactos sus aparatos administrativos y su capacidad de recaudación?
Los hombres que no disponemos de los poderes que los dioses dan a los augures, profetas o adivinos solo tenemos como herramienta la estadística y la comparativa histórica para descifrar torpemente algo del futuro.
¿Estamos por tanto ante una involución clara en el progreso continuo de la civilización? ¿Una caída de la curva de progreso comparable a la de la caída del Imperio Romano y le entrada en la época feudal pero con una base tecnológica diferente?
No es fácil ver esto de una manera homogénea. De hecho existe una fuerte asimetría mundial para llegar a estas conclusiones. China por ejemplo es un Estado Totalitario en crecimiento y en Sudamérica hay un claro incremento de las rentas como en paralelo caída se produce en Occidente en sus clases medias. Hay liberales que incluso dirían que estamos en una época de progreso sin precedentes ,en que los mercados al liberalizarse internacionalmente ,realmente están llevando el reparto de las rentas a todas las regiones del mundo.
Nada mas lejos de mi intención negar que, parte de este argumento, es cierto, pero también es innegable que cuando un poder como el romano se vino abajo, había pueblos con formas de gobierno prejurídicas que se enriquecieron con ello. Y que la liberalización fue el fruto de pensar mas en intereses individuales que colectivos. Con ello la clase media romana y su ciudadanía acabó en un colapso económico sin precedentes, de la misma forma que la clase media occidental desaparece sin que se cree una clase homóloga en esos países en la misma proporción y poder político.
Estamos , en mi opinión, por tanto, en una clara involución general. En la desaparición de un modelo y el desarrollo incipiente de otro que nos dejara de momento en el caos, y a la Humanidad en manos de intereses de particulares.
En un mundo nuclear esto es mucho decir. La Humanidad no se puede permitir un neofeudalismo en un entorno de riesgo de esas características.
Aqui es donde puedo hilar el sentido de la disciplina de gestión de riesgos con este diagnostico general.
Los gestores de riesgos de todos las épocas no eran conscientes de tener ese papel. De hecho los políticos, caudillos militares, dictadores o presidentes electos, asi como altos directivos de corporaciones o empresas de todos las épocas se consideraban en el fondo como gestores de la oportunidad no como minimizadores de los riesgos colectivos.
Por otro lado los técnicos que estas personas tienen a su servicio por lo general solo conocen pequeñas parcelas del riesgo que tratan ,como por ejemplo, su sector, un colectivo, unas normas jurídicas ,uno o varios países, una disciplina de conocimiento etc...
A nivel nacional, estatal, o de organismos supervisor tampoco el riesgo es tratado en función a las interrelaciones que las nuevas tecnologías de transporte y proceso de información han producido entre las regiones y el acortamiento de distancias que suponen. Al nuevo riesgo sistémico global que hace que las predicciones siendo exclusivamente locales, se invaliden. Los horizontes, por tanto, para estos profesionales y para los gestores de oportunidad deben ampliarse,así como integrarse ambos roles en uno.
En ese cambio de enfoque es donde quiero hacer hincapié. Las personas que ocupen los puestos de esa responsabilidad , como sus técnicos asesores, deben ser conscientes de los riesgos y oportunidades para evitarlos , disponer de una información humanística que les permita:
1) Entremezclar disciplinas para evitar una toma de decisiones sesgada en los costes económicos , sociales que supone.
2) Ampliar sus horizontes temporales y geográficos de gestión.
Una vez eso suceda, los Estados volverán a cobrar importancia, no como unidades de coerción o palancas de poder, sino como gestores del riesgo de caos, catastrofe, destrucción o inanición por falta de recursos.
Estos son los grandes retos generales a los que resumiendo debe enfrentarse un gestor de riesgos y un estratega corporativo o estatal en este mundo cambiante:
- La caída de las rentas de las clases medias y el desprestigio global del principio del derecho de propiedad fruto de políticas injustas
- La gestión "estanca" o "aislada" de los riesgos por empresas, sectores o estados, sin tener en cuenta interacciones entre áreas de conocimiento, sectores, políticas, disponibilidad de recursos y territorios, integrando esta información y haciendo mapas de riesgos a gran escala mas o menos sofisticados.
Para finalizar creo personalmente que la asunción por un dirigente de una ética de honradez, humildad , responsabilidad colectiva y compresión de la parcialidad del conocimiento, es clave para, no solo el crecimiento, sino la supervivencia de cualquier organización en la etapa de la historia en que nos encontramos.