Girar y girar
Giran los bailarines del Béjart Ballet de Lausanne, giran los miembros de la compañía y el equipo de rodaje, giran por China y en autobús, en tren... giran las ruedas de sus maletas cruzando las calles de Beijing y allí encuentra el espectador, otra vez, los cuerpos y las caras conocidas de El esfuerzo y el ánimo, Béjar Ballet Lausanne au Palais Garnier o An American Swan in Paris.
La experiencia del viaje es el contacto con lo que habita en otro extremo del mundo, que uno desconoce hasta que se desplaza hasta allí y lo visita. En ese momento vive otra vida y se contagia de otras sensaciones: las que son comunes al extraño que sin embargo, allí es donde tiene su entorno cotidiano.
Ellos, mezcla de nacionalidades asentadas en Suiza que se comunican por medio de sus ejercicios y movimientos en la sala de ensayo y también a través del idioma francés, escuchan su música, descansan sus extremidades, beben cafés. Los vemos: es la ilusión de vivir con ellos.A su llegada, China está expectante: la orgullosa nación que recibe a los artistas para ser partícipes del espectáculo de su baile no tiene reparos en exigir y lamentar aquello que menos les conviene o que más les incomoda. No todo son alegrías cuando se gira por el mundo.Otra vez, el ritmo inunda la pantalla y se casa con los cuerpos y los movimientos de quienes bailan y también de quienes no. Prodigioso trabajo de edición para poder llegar a las coreografías y compases que respiran la melodía de los ballets de Béjart y también de Gil Roman: danzas griegas y boleros para el público asiático.Y gira el mundo, gira, gira...