Hace 133 años, un 21 de mayo de 1879, el almirante peruano Miguel Grau no solamente obtuvo una victoria como militar, sino algo mucho más importante, una victoria como ser humano y sobre eso se trata este post.
Antecedentes
Miguel Grau nació en Paita el 27 de julio de 1834. Desde pequeño tuvo vocación por la vida marina. En 1843 con solo 9 años se hizo a la mar como tripulante de un bergantin. En 1854 deja la marina civil para enrolarse en la Marina de Guerra del Perú como guardiamarina.
El 27 de febrero de 1868 Grau es nombrado comandante del monitor "Huáscar", con el grado de capitán de fragata, cargo que va a retener más de ocho años consecutivos y que sólo dejará en 1876 cuando se incorpora al Congreso como diputado por Paita, para reasumirlo después en 1879, solo unos días antes de que empiece la Guerra del Pacífico.
Monitor Huascar
La escuadra peruana, al mando de Grau, estaba conformada por el blindado tipo monitor Huáscar, la fragata Independencia, los monitores Manco Cápac y Atahualpa, la corbeta Unión y la cañonera Pilcomayo. La escuadra chilena, al mando del almirante Williams, estaba compuesta por los blindados Blanco Encalada y Cochrane, las corbetas Chacabuco, O'Higgins y Esmeralda y las cañoneras Magallanes y Covadonga.
La ventaja estaba de parte de la marina chilena, dado que sus naves tenían mejor artillería, mayor velocidad y coraza que las naves peruanas. Para aprovechar esta ventaja, Williams llevó a la mayor parte de su flota con rumbo norte, con la intención de atacar a los buques peruanos en El Callao. Solo dejó en el sur a la Esmeralda y la Covadonga bloqueando el puerto peruano de Iquique.
Sin embargo, Williams nunca encontraría a los buques peruanos en El Callao, ya que Grau se le había adelantado y ya estaba rumbo a Iquique.
Combate de Iquique
En la mañana del miércoles 21 de mayo, el bloqueo de la ciudad peruana de Iquique era mantenido por la Esmeralda y la Covadonga. A las 6:30 de la mañana el Huáscar y la Independencia llegaron con la intención de romper el cerco. Al verlos llegar el tercer buque chileno en Iquique, el transporte Lamar, arrió la bandera chilena e izó la estadounidense dándose a la fuga.
Mientras tanto, en el Huáscar Grau arengaba a su tripulación:
"Tripulantes del Huáscar: Estamos a la vista de Iquique. Allí no solo están nuestros afligidos compatriotas de Tarapacá. Allí está el enemigo de la patria todavía impune. Ha llegado la hora de castigarlo. Espero que lo sabréis hacer cosechando nuevos laureles y nuevas glorias dignas de brillar al lado de Junín, Ayacucho, Abtao y el 2 de Mayo. ¡Viva el Perú!".
El Huáscar tomó a su cargo la Esmeralda, mientras la Independencia perseguía a la Covadonga. Grau decidió atacar empleando su espolón y enfiló su proa hacia el costado de la Esmeralda. El capitán de la Esmeralda, Arturo Prat, trató de esquivar el golpe dando avante pero no consiguió escapar de las dos embestidas del Huáscar.
La lucha entre el Huáscar y la Esmeralda en el Combate de Iquique (1879)
Finalmente, el Huáscar embiste con el espolón por tercera vez, hundiendo a la Esmeralda luego de 3 horas y 40 minutos de combate. Es entonces donde ocurre algo que asombraría a los chilenos, ya que en lugar de abandonarlos o rematarlos, Grau decide rescatar a los 62 sobrevivientes de la Esmeralda. Los corresponsales de guerra abordo del Huáscar relataron en sus despachos que los sobrevivientes chilenos "dieron un ¡Viva el Perú! y encomiaron el valor y generosidad de los peruanos para con los rendidos".
Mientras tanto, la Independencia comandada por Guillermo More, había seguido persiguiendo a la Covadonga, hasta que por una mala maniobra encalló en los roqueríos de Punta Gruesa. Como consecuencia del choque la embarcación se llenó de agua y se apagaron las calderas. Entonces, aprovechándose de esta situación, el comandante chileno Condell ordenó retroceder para cañonear y ametrallar a los naufragos peruanos.
La Lucha entre la Independencia y la Covadonga en el Combate de Iquique (1879)
La cobarde conducta de Condell no hace sino resaltar la caballerosidad y humanidad de Grau. Pero la grandeza de Grau no quedaría solo en eso. Pocos días despues del combate, Grau le escribió una carta a la viuda de Prat, enviándole la espada y los objetos personales del capitán chileno que cayó peleando en el Huáscar. La viuda de Prat respondió a Grau "profundamente reconocida por la caballerosidad de su procedimiento".
No quiero terminar el post sin incluir algunas palabras sobre el triste destino de More. Por haber tenido la culpa en el hundimiento de la Independencia, el mejor buque del Perú, fue sometido a una corte marcial y perdió su puesto de comando en la Marina. More buscó expiar su error con la muerte y a se presentó como voluntario en Arica, donde se le confirió el mando de las baterías del Morro. Pereció luchando valientemente en la Batalla de Arica el 7 de junio de 1880.
Oleo de Juan Lepiani sobre la batalla de Arica. Se aprecia a More que yace abajo de Bolognesi.
Homenajes
El almirante Miguel Grau es considerado el máximo héroe peruano no solo porque se inmoló en defensa de la patria, sino también por su testimonio de vida y su manifiesto sentido del deber y del honor.
Como una señal de respeto y homenaje en el Congreso del Perú se encuentra una réplica del escaño de Grau y al iniciar las sesiones del Congreso, la lista de asistencia comienza con el nombre de Miguel Grau, tras cuyo enunciado todos los congresistas dicen¡PRESENTE!. En el año 2000 Grau fue elegido como el "Peruano del Milenio".
Pero el almirante Grau no solo es recordado en el Perú, sino tambien en Bolivia y en Chile por su hidalguía y caballerosidad en combate. En Santiago de Chile y en otras ciudades chilenas existen calles con el nombre de Miguel Grau y en el sur de Chile hay una caleta con el nombre del almirante peruano. En Bolivia Grau es considerado héroe boliviano