Lo cierto es que María Luisa, la que traemos hoy aquí, la bisabuela de Alfonso XII, era bastante fogosa. Y su amante predilecto, Godoy, el Príncipe de la Paz, también conocido por el Choricero. El hombre fuerte, el valido de Carlos IV, el que manejaba los hilos de la política de la nación. Deseado por la reina y necesitado por el rey. Un hombre de estado, poderoso e inteligente, maquinador y claro objeto sexual por parte de la reina.
María Luisa tenía un carácter fuerte y dominante. Era fría, astuta y manipuladora. Seguramente una de las reinas españolas menos apreciadas por su pueblo.
Goya sacó de ella, en su célebre retrato familiar, algunos de sus rasgos peculiares para que el espectador tuviera una información más fidedigna de su persona.
Obsérvese en el cuadro un detalle: el protagonismo de su brazo, desnudo y omnipresente, ocupando el centro de la composición, que dota al retrato de cierta zafiedad u ordinariez, revelando claramente quién detenta la autoridad familiar y quién dispone en la corte.
Godoy, por su parte, tuvo una carrera fulgurante. Pasó en poco tiempo de ser guardia de corps a asesor particular de la reina. Más tarde llegó a ser Primer Ministro con el beneplácito del rey quien, por otra parte, no tenía ninguna vocación política y delegaba un sinfín de funciones en el “príncipe de la paz”.
Con la entrada del ejército francés en España, tras el “Tratado de Fontainebleau”, la popularidad del valido cayó en picado y el levantamiento popular en el Motín de Aranjuez forzó su caída.
Pero, volvamos a las relaciones tórridas y pasionales que, tiempo atrás, protagonizaron la reina y su amante.
Eran archiconocidas por sus súbditos.
Sobre Godoy y María Luisa de Parma, una coplilla popular se hacía eco de las habladurías que circulaban por la villa y corte:
Mi puesto de Almirante
me lo dio Luisa Tonante,
Ajipedobes la doy
Considerad donde estoy.
(...)
Tengo con ella un enredo,
soy yo más que Mazarredo.
(...)
Y siendo yo el que gobierna,
todo va por la entrepierna.
(Aclaraciones:
Tonante: que truena.
Mazarredo: un gran personaje de la Armada Española.
Ajipedobes: léase la palabra al revés.)
(*) Los borbones que fueron y no fueron.
