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La gran aventura de Winter el delfín (Charles Martin Smith, 2.011)

Publicado el 08 febrero 2013 por Rugoleor @rugoleor
Póster: La gran aventura de Winter el delfín (Charles Martin Smith, 2.011)

La gran aventura de Winter el delfín (Charles Martin Smith, 2.011)
Ficha:
Título Original: Dolphin Tale.
Director: Charles Martin Smith.
Guionistas: Karen Janszen, Noam Dromi.
Intérpretes: Nathan Gamble, Harry Connick Jr., Ashley Judd, Kris Kristofferson, Morgan Freeman, Cozi Zuehlsdorff, Austin Stowell, Frances Sternhagen, Marc Macaulay, Mike Pniewski, Austin Highsmith, Richard Libertini, Jim Fitzpatrick, Rus Blackwell, Juliana Harkavy.
Productores: Richard Ingber, Broderick Johnson, Andrew A. Kosove.
Fotografía: Karl Walter Lindenlaub.
Música: Mark Isham.
Montaje: Harvey Rosenstock.
País: Estados Unidos.
Lugares de rodaje: Florida (Estados Unidos).
Año: 2.011.
Duración: 111 minutos.
Edad: Apta para todos los públicos. Especialmente recomendada para la infancia.
Género: Drama, Familiar.
Distribuidora: Warner Bros Entertainment España, S. L.
Estreno: 11-11-2.011.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 168.668.
Recaudación: 1.112.151,82 €.
Calificación: 5,967.
Sinopsis:
Basada en hechos reales, "La gran aventura de Winter el delfín" nos narrará la historia de un niño que se hace amigo de un delfín herido (éste ha perdido su cola por culpa de una trampa para cangrejos). El muchacho quiere salvar al animal y busca a alguien que le fabrique una prótesis que le permita sobrevivir. Morgan Freeman precisamente encarnará a esta persona, mientras que Harry Connick Jr. dará vida a un veterinario que trata al mamífero. Ashley Judd se pondrá en la piel de la madre del protagonista.
Comentario:
Basada en el caso real de un delfín que apareció en la costa con la aleta dañada y que, poco a poco y con la ayuda de unos cuidadores, consiguió volver a nadar con una prótesis, "La gran aventura de Winter el delfín" se construye sobre la emoción exacerbada. un niño sin padre y con problemas escolares, su primo herido en la guerra, una niña huérfana de madre, un hospital de animales que está al borde del cierre, etc... Situaciones límite para una historia de superación con el delfín herido como vínculo.
Crítica:
16-11-2.011 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA
Vivito y coleando
Que los niños y las mascotas han hecho siempre buenas migas es algo que, no por sabido, resulta menos estimulante. Sobre todo en la época del crecimiento, cuando el despertar a la vida, a nuevos impulsos y emociones, supone un momento conflictivo -también maravilloso- en la formación de cada cual. En ese instante, las mascotas, en general, conocen los límites de su naturaleza y suponen una influencia positiva por su fidelidad y capacidad para hacer compañía y dar cariño de forma desinteresada. En el cine los ejemplos son muy abundantes, con Lassy, Rin Tin Tin, Flipper, Beethoven o Garfield a la cabeza. Ahora le toca el turno a Winter, un delfín que ha perdido su cola por culpa de unas redes tendidas por los humanos.
Recuperar a tan inteligente animalito es el desafío emprendido por un bondadoso chaval, con la ayuda de un generoso doctor especializado en la recuperación de animales heridos. Lo cual da paso a una película optimista, basada en hechos reales, especialmente indicada para el público infantil y familiar por su indiscutible capacidad para despertar sentimientos solidarios de la manera más desprendida que quepa imaginar, al tiempo que rinde un canto a la bondad humana.
Algo muy oportuno en los sombríos tiempos que corren, cuando parece que hasta el cielo hace economías y las estrellas brillan menos que nunca. "La gran aventura de Winter el delfín" se convierte así en un ejemplo a seguir, en una aventura con los imprescindibles ribetes ecológicos y un amor a la madre naturaleza a prueba de bombas. Así pues, no hay duda de que tanto la guionista Karen Janszen como el director Charles Martin Smith han sacado buen partido a esta ejemplar historia, fabulando con sensibilidad, buen gusto y nobleza de miras sobre seres racionales e irracionales, sin que tampoco falte el siempre gratificante sentido del humor. En fin, tal vez sea una buena idea servirse de los animales para instruir a las personas.
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