Amiens, en el corazón de la Picardía, es una de las ciudades históricas más bellas del norte de Francia. Y entre sus muchos tesoros destaca su Catedral, que puede medirse con algunas de las más famosas del país, pues es la catedral completa más grande de Francia y una de las más importantes en estilo gótico.
Pero por lo que más destaca la Catedral de Amiens es por su interior. En su momento fue una de las más bellamente decoradas de Europa, con una gran cantidad de vitrinas de colores (hoy perdidas en gran parte) y esculturas en la fachada oeste, a las que más tarde se añadieron varias obras de arte (principalmente esculturas policromadas) en el interior.
Entre las cosas más “curiosas” (o más bien macabras) que se encontraban originalmente en la catedral, se hallaba la supuesta cabeza de Juan el Bautista, traída de la Cuarta Cruzada. Sin embargo, en el siglo XIX esta se perdió y fue sustituida por una réplica, colocada dentro de un suntuoso relicario situado en el ala norte del edificio.
Además de la catedral, Amiens es una ciudad muy hermosa que vale la pena visitar, con cosas tan curiosas como los hortillonnages, jardines cultivados en las pequeñas islas que surgen en el terreno pantanoso entre los ríos Somme y Avre. Amiens, una verdadera joya que ningún amante de Francia puede pasar por alto.