Revista Política

La Gran Coalición Andor

Publicado el 15 mayo 2013 por Noostradamus
Todos los días de ven en las emisoras de TV españolas personajes reclamando un gran pacto entre los dirigentes de los grandes partidos sin participación alguna de los ciudadanos, pero con mucho agente social especialmente la llamada patronal. Otros piden que se unan al mismo todos los agentes sociales porque la solución a todo pasa porque ellos se pongan antes de acuerdo. Ya se reunirán y decidirán qué es lo que deben acatar los ciudadanos en nombre de los que llegan a los acuerdos entre las partes negociadoras que son las denominadas "los agentes sociales". El resultado de tal macroacuerdo gubernamental sería a fin de cuentas un cambio al sistema de partido único, agrupando marcas según "sensibilidades políticas", reaccionarios, inmovilistas, reformistas y aperturistas, el sindicato único con unas cuantas marcas al igual que el partido único y la patronal, agrupando todas las patronales de la economía tanto de empresas públicas como privadas, incluyendo a los antiguos monopolios del estado reconvertidos en presuntas empresas privadas con cúpulas designadas a dedo por puro enchufismo y trapicheo de favores desde la cúpula del estado a particulares todo pagado con dinero público.
Y llegó Lazslo a demostrar que España no necesita una gran coalición ni un pacto entre los agentes sociales pues ya existe. Ha sido pronunciar la frase contrato único y provocar la reacción instantánea de todos los agentes sociales al unísono, ni el partido gobernante, ni el principal partido en la oposición, ni los dos grandes sindicatos ni la patronal están de acuerdo con lo dicho por el ingenioso Comisario Ándor. El gobierno, a través de su ministra de desempleo dice saltando cual resorte, que eso es inconstitucional y que por lo tanto no puede ser, que el comisario lo que ha dicho es que el gobierno lo hace muy bien y que lo demás no vale porque son gilipolleces que dicen los de la Comisión en su ignorancia de las cosas de España. Por eso la ministra no acude a las reuniones europeas sobre empleo, para que no le hablen de contratos únicos.
Por fin tenemos el gran pacto de estado y todos los autodenominados agentes sociales han formado la Grosse Koalition española que tiene por objetivo conservar las 43 modalidades de contratos temporales y precarios existentes en la actualidad, en el país con mayor desempleo, temporalidad y precariedad laboral de Europa. No parece lógico que se opongan a que el lugar de 43 modalidades distintas haya una sola, cuando habiendo tantas el desempleo es catastrófico. Al contrario se demuestra que durante décadas la gran coalición siempre ha estado de acuerdo en aumentar el número de modalidades de contratos precarios por interés estadístico. Con contratos de una hora, puede generar millones de empleos al mes sin que se cree ninguno en realidad, basta contabilizar el contrato como un empleo, y aumentar el paro a la vez que se dice que se han firmado 15 millones de contratos, con una población activa de 16 millones de personas, este dato es manifiestamente tramposo.
La Grosse Koalition española dice que lo constitucional es que haya 43 modalidades de contrato pero no que exista una única modalidad, eso es difícil de explicar a los más de seis millones de parados y a los otros tantos millones de trabajadores con alguno de los tipos de contrato temporal sin derecho a desempleo y sin indemnización, como es el caso del que esté de prueba 364 días de un año y el último sea considerado no apto por no haber superado el período de prueba. En realidad bastaría con un tipo de contrato, la temporalidad del resto justificada y el despido también. La temporalidad de una campaña de vendimia es evidente y por lo tanto justificada como saben los españoles que van a Francia todos los años a trabajar en la recogida de uva. No parece normal que todos digan los inconvenientes que tiene un contrato que o se ha legislado, porque indica que lo que se quiere decir es que si les obligasen legislarían de la manera que más perjudicase a los demás ciudadanos para que se arrepintiesen o en venganza, no se sabe.
Los números son los que son, de los 16 millones de trabajadores actuales, tres son empleados públicos y tres trabajadores por cuenta propia, así que quedan sólo unos 10 millones de trabajadores por cuenta ajena. El 45% de los contratos temporales duran menos de un mes. Sólo el 2,2% de los contratos temporales duran medio año. Sólo el 1,9% de los contratos temporales se prorrogan más de seis meses. El 25% de los contratos son temporales, así que unos 2,5 millones de trabajadores, en los momentos de la burbuja la precariedad afectaba al 35% de los trabajadores. La relación es muy directa, la temporalidad ha desplazado al 10% restante al desempleo, y la respuesta a coro de la Gran Coalición gobernante en España es informar de que un modelo de contrato único sirve para por poder despedir sin indemnización, es decir que eso es lo que ellos legislarían si tuvieran que aceptarlo, pero de entrada basta con decir el gobierno que es contrario a la Constitución antes de que exista el texto legal y sin que la constitución trate lo de las modalidades de contrato del mercado laboral en parte alguna. Al parecer el gran pacto consiste en decir todos que lo constitucional son las 43 modalidades de contrato temporal y por lo tanto tener el mayor desempleo del mundo Occidental. Pues se han retratado.
El comisario salió a pescar y puso en el anzuelo de cebo la frase "contrato único", lo que parecían muchos peces distintos picoteando el cebo resultó ser un único y enorme besugo que se lo tragó hasta las tripas. El hecho de la inmediata respuesta de todos a la vez, supuestos enemigos irreconciliables que son incapaces de llegar a un acuerdo por lo divergente de sus posturas son un único bloque por lo que sus intereses es evidente que son comunes. Aunque sumemos a la totalidad de personas que forman a los llamados agentes sociales, partidos políticos, aparato del estado, organizaciones sindicales y organización patronal, no pasa del 5% de la población del país. Simplemente hacen doblete y triplete como esos llamados "comunicadores" que dirigen tertulia radiofónica, televisiva, son editorialistas de papel impreso y electrónico pasando a continuación a ser tertulianos de los programas de otros como ellos, es una ficción de medios informativos, el mismo fulano se puede citar a sí mismo como si fuera una fuente externa para convertir la matraquilla del argumentario del día en un presunto clamor popular de su única autoría. Es un espectáculo grotesco muñecos parlantes de medios de propaganda de un régimen de principios del siglo XX repitiendo consignas absurdas.
El caso es que la Grosse Koalition Andor española estaba pero escondida, la ha hecho aflorar el cuento del contrato único, que les ha hecho retratarse de golpe contra su voluntad, pero es evidente que hacen frente común contra algo y algún motivo tendrán para ello. Ahora nos preguntamos cuántos de los siete millones y medio de empleos restantes puedan ser de las 4.000 empresas públicas existentes. Y saber cuanto son de los llamados "fijos" para separarlos de los "indefinidos" que son diferentes en las posibilidades de despido, días de indemnización y número de pagas. Al final volvemos como siempre a los planteamientos generales de la gran coalición gobernante en España como aparato del estado, gobierno, oposición, partidos, sindicatos y patronal, lo que hay ahora mismo no se toca, aunque no funcione, lo que convierte la situación actual en el aparente logro de los objetivos del gran pacto de las partes contratantes. Empezamos a ver que no son varias si no una.
A ver si es que los hay que a la vez están en todos los sitios y son gobierno, aparato del estado, cúpula de partido, cúpula sindical y patronal, porque entonces sí que son los mismos. En el anterior régimen, por ser de tipo totalitario, había un partido único que era el aparato del propio estado, un sindicato único compuesto por más miembros del aparato del estado y una patronal donde estaba el resto. Y hasta le comían el coco a los ingenuos españoles presentando siempre desde el propio aparato a sus diferentes dirigentes políticos encabezando corrientes presuntamente reformistas y otro corrientes inmovilistas o reaccionarias, todos eran del mismo partido porque era un régimen de partido único. En realidad la propia burocracia de las dictaduras es el aparato político que se encuentra con toda la economía en sus manos a través de la red de departamentos y empresas estatales que lo abarca absolutamente todo. Al parecer las transiciones a la democracia del último tercio del siglo XX se han basado en que se pasaba al nuevo sistema todo el aparato del estado con todo su sector público. A cambio dejaban votar a los ciudadanos un día cada cuatro años. Ya eran una Grosse Koalition antes de 1978 los aparatos del estado y la patronal emanada del mismo encabezando las empresas estatales en régimen de monopolio. Se lo dieron a sí mismos.
Increíblemente, no sabemos los tipos de contratos que existan en países con menor precariedad y desempleo que España, y mucho menos cómo es que pueden existir, porque nos cuentan de los minijobs de a 400 euros al mes pero después descubrimos que a los españoles los eliminan como ciudadanos con derecho a percibir las ayudas sociales que tiene los alemanes, de las cuales no nos hablaron cuando sí lo hicieron de los trabajos a tiempo parcial. Los sindicatos podrían haber propuesto una única modalidad de contrato para todos, a fin de cuentas dicen ser sindicatos de clase, que a estas alturas no está muy claro lo que sea, y al parecer el gobierno, los partidos y la patronal hubieran puesto el grito en el cielo como ahora ha sucedido. Pero no, al parecer lo de las más de cuarenta modalidades de contratos basura sin indemnización o con sólo 8 días por año trabajado es lo lógico aunque sea lo anormal en Europa.
Por eso deja desconcertado que se descubra el Gran Pacto de todas las partes contratantes, todos contra lo que ha dicho el comisario europeo, que es inaceptable de todo punto, y además no hay obligación de hacerlo, porque de hacerlo precarizaría aún mucho más el mercado laboral una vez hayan escrito la ley las partes contratantes de la Gran Coalición Gobernante. No se entiende muy bien de qué carajo están hablando todos ellos a la vez dando argumentos cada uno por su lado, pero es evidente que hacen frente común contra al planteamiento del único modelo de contrato. Lo normal es que todos a coro hubiesen dicho que es lógico que si los ciudadanos son iguales en cuanto a derechos según la Constitución, la legislación laboral no puede romper este principio por lo que lo constitucional es el contrato único e igual para todos, que además es lo más simple y por lo tanto lo más lógico y racional.
Es necesario saber porqué se ponen a algo la patronal, los sindicatos, el gobierno y los partidos políticos a la vez, obrando como se se tratase de defender intereses comunes en coalición. España debe dar prioridad en su presupuesto nacional a medidas contra el desempleo y considerarlas como una inversión y no como un gasto, ya que suponen un "retorno positivo". La Gran Coalición estará en esta última frase del comisario totalmente de acuerdo, todo el dinero que se ha estado destinando a inversión en los presupuestos de todas las administraciones y empresas públicas debe de ir a los desempleados para que sea rentable la misma. El comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Ándor ha hecho una propuesta que la Gran Coalición no puede rechazar, porque los presupuestos se los tiene que revisar los mismos que lo proponen. 
El hecho de que la principal aportación de este nuevo contrato sea, precisamente, que no diferenciaría entre trabajador indefinido y temporal, no es problema para los desempleados ni para los precarios, a fin de cuentas a ellos no les perjudica una medida si supone acceder a un empleo estable. Haría a todos los nuevos contratos indefinidos y convertiría en iguales a los temporales. Así que el problema tiene que estar en los indefinidos, que tras la reforma laboral son manifiestamente despedibles, es el contrato indefinido, que el empresario puede rescindir sin causa y con una indemnización creciente en función de su duración, que estaría comprendida entre 10 y 30 días por año de servicio. El cual según la Ministra de Trabajo es inconstitucional por establecer la no causalidad del despido que obliga la Constitución. Hay que joderse que todos los miembros de la Gran Coalición estén de acuerdo en mantener una modalidad de contrato que es inconstitucional y decenas de modalidades más de contrato temporal, que sirven para que el despido pueda hacerse sin causa justificada alguna. 
No es normal que porque existan sectores como la agricultura o la hostelería que tienen actividades de temporada todo el resto del mercado laboral tenga que aceptar las condiciones de trabajo como si fueran trabajadores de temporada cuando no lo son. Es una falsa justificación. Con tener un contrato para temporada en ambos sectores iba que chutaba. El resto podrían ser indefinidos pero la diferencia es que de 8 días por año a entre 10 y 30 es donde hay más diferencia. Un despido improcedente debería de ser indemnizado con el máximo por los años de servicio, y el despido por motivos de producción lo sería por lo mínimo multiplicado por el total de años de servicio. Actualmente todos los trabajos temporales se indemnizan con un máximo de 8 días por año.Esto convertiría el actual contrato indefinido en el famoso contrato único y a todos los contratos temporales en indefinidos. El problema va a estar en la conversión de los otros contratos al modelo de contrato único. 
Si el argumento es que no puede extinguirse el contrato libremente y pagar lo mismo con independencia de la extinción. Se puede establecer en la ley que esto se cumple, porque aún no existe texto alguno sobre el modelo de contrato único aconsejado por la Comisión Europea. Gran problema, la oposición en bloque del gobierno y todos los llamados agentes sociales a la propuesta, le dicen a la comisión que eso no les da la gana, que no quieren hacerlo y que no están dispuestos a que se haga. Al mismo tiempo los mismos dicen que están atados de pies y manos a la hora de gobernar y que todas las medidas que toman se les imponen del exterior, por culpa de Alemania que es quien está detrás de todos los recortes de gasto repercutibles a los ciudadanos por vía directa o a través de los impuestos. Pero si les dicen algo sobre sus leyes laborales, saltan a la primera a defender la situación actual como la única posible porque al parecer hay total impunidad para legislar en perjuicio de los ciudadanos que carecen de mecanismos democráticos para defenderse del abuso de poder.
En todo este barullo de contratos y partes, pasa desapercibido el nuevo modelo planteado en España, donde si el programa electoral se presenta como un contrato, éste puede ser anulado o modificado inmediatamente una vez suscrito entre las partes, la que contrata con los votos y la que es contratada por los votantes. Visto el programa electoral de un partido como su propuesta de actuaciones para los votantes que al votarles les contratan, decir desde el primer momento que el contrato era papel mojado, que se piensa incumplir en lo que de la real gana y cuando quiere, y que puede hacer lo contrario de lo firmado y no hacer lo firmado, es suficiente como para considerar que el contrato es nulo por engaño manifiesto de una de las partes que ha obrado de mala fe al ofertar lo que no iba a hacer para hacer lo contrario de lo dicho. No es bueno hacer una Gran Coalición con quienes han demostrado que tenían desde el principio la intención de engañar a los ciudadanos para hacer lo contrario de lo dicho. Llevado al extremo de la simplificación es como si se compra un kilo de patatas, el vendedor lo cobra y cuando se abre la bolsa se encuentra un kilo de piedras, es una descarada estafa. A quien a mal árbol se arrima le puede caer del cielo un coco.
La Gran Coalición de entrada se opone a que nada cambie, porque al final entre imposiciones de Bruselas y reformas obligadas, el texto definitivo de la Nueva Ley Laboral sería el mismo de la Ley de Relaciones Laborales de 1976 aunque sin el apartado a) del artículo segundo ni las disposiciones finales.

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