"La carismática habladuría"
Duración: 2horas 18minutos
Género: Comedia, Suspense
Presupuesto: 40 millones de dólares
Recaudación: 251 millones de dólares
→ Lo mejor: -La primera hora frenética y la actuación espectacular de Christian Bale.
→ Lo peor: -La segunda parte de la cinta pierde ritmo y se vuelve monótona.
Va queridos lectores ir cogiendo asientos para leer la crítica, que aquí viene otra patochada de vuestro blogger menos favorito, hoy os traigo La Gran (en algunas ocasiones) Estafa Americana.
Una bien ambientada película de estafadores de guante blanco por la parte femenina, y guante grisáceo (por la roña) por la otra parte, una típica historia de estafadores a gran escala que acaban jugando bajo cuerdas para librarse de una agradable estancia en la penitenciaria.
Una trama vista en varias ocasiones, pero que se le saca mucho provecho, aprovechando los perfiles psicológicos de los protagonistas y su más que admirable labia.
La grandeza del filme es la carismática y marcada personalidad de la mayoría de personajes, especialmente un brillante Christian Bale, que asquerosidad tan bien interpretada, que fenómeno. Por cierto, no es que le tenga especial antipatía a Bradley Cooper pero no veas como cojea el chico, flaco favor contratarle para la película, el resto de reparto deja en evidencia las carencias interpretativas de Cooper.
La primera hora es frenética, poética y descarada, una presentación por todo lo alto que te dilata las pupilas antes de que puedas llamar a Pocholo, pero no habéis escuchado ese dicho de... "todo lo que sube, baja" pues eso, la segunda parte de la película pierde todo el ritmo y encima para colmo se vuelve tediosa y monótona, retorciéndose de una manera ortopédica, poco clara y por lo tanto poco interesante.
Amar y ser fallado, amar y nunca haber sido amado, amar por amar, amar para conseguir algo y acabar amando algo que no amabas... ¿amar en una película de estafas? Si y mucho, y de muchas formas, y expresado de una forma tan suya tan cotidiana y tan dicharachera a la vez, que se deja querer por mis ojos azulones.
Y de propina, corruptos por todos lados, la gran estafa americana empieza como la típica estafa de monopoly (si si, esa donde la banca pasaba por debajo de la mesa billetes) para acabar salpicando hasta al guionista. Pero no hablamos de una corrupción simplona, la ética entra en acción de forma eficaz.
Como un grano que lleva tiempo dando por saco, el desenlace explota liberando toda la pus y enguarrando a todo aquel que se ponga por su camino.
El final es el correcto, el esperado, el que tocaba, bien dirigido y recuperando parte de la esencia frenética del principio, sin más, un buen final.
No me voy alargar más que la mesa está lista y tengo hambre, La Gran Estafa Americana me gustó y me pareció una gran película, aunque si es verdad que le faltaría mantener alto en todo momento el listón para ser una excelente película.
Por cierto no me puedo ir sin decir... Jennifer Lawrence (no digo nada y lo digo todo).