En las aguas de algún océano vivía una ballena azul que tranquilamente nadaba. Era gigante y le gustaba jugar con los peces más pequeños de esas aguas. Pero últimamente estaba algo asustada porque había muchos barcos, balleneros, que iban en busca de ballenas como ella. Así que casi no salía ya a jugar y pasaba las horas pensando ideas para poder ahuyentar a los hombres que venían en esos barcos.
-Mmmm ¿cuál es el animal al que más miedo tienen los hombres?- preguntó la ballena a sus amigos.
-A mí- le respondió orgulloso el tiburón.
-Pues me voy a disfrazar de tiburón.
Y se puso una aleta de mentiras. Y el truco funcionó porque los hombres se asustaron.
Pero unos días más tarde se acercaron otros hombres, pescadores de tiburones. Y entonces la ballena cambió de disfraz. Esta vez de delfín. Pero unos días más tarde se acercaron otros hombres, pescadores de delfines. Y entonces la ballena cambió de disfraz, ahora de piraña. Pero unos días más tarde otros hombres pescadores de pirañas se acercaron... y la ballena azul ya estaba tan agotada de disfrazarse para huir de los hombres pescadores que pensó en una idea mejor. Puso un enorme cartel a la entrada del océano que decía "Peligro. Hay pescadores de hombres".
Y así los hombres asustados por si alguien les pescaba ya no se acercaron, ¡y todos los peces del océano pudieron jugar tranquilamente!
Ilustración: Ana del ArenalImprime este cuento