La gran ola. Hokusai.
Véronique Massenot y Bruno Pilorget. Editorial Juventud, 2013. Colección
La Puerta del Arte, Álbumes Ilustrados,
1ª ed. Cartoné, 32,6 x 24,4 cm., 24 pp., 13.50 euros.
Por José R. Cortés Criado.
Impresionante, sería la mejor palabra para definir este álbum
ilustrado, que se inspira en La gran ola
de Kanagawade Hokusai. Esta estampa forma parte de una serie realizada por
Hokusai que revolucionó la pintura japonesa, porque representaban paisajes en
gran formato. En esta estampa, como en todas, aparece la montaña sagrada
japonesas, Fuji, que se mezcla con la ola gigantesca que amenaza tragarse
barcos y pescadores.
Hokusai es el pintor japonés más célebre del mundo, fue
admirado por Van Gogh, Degas o Monet.
Véronique Massenot inventa una historia a partir de la
famosa estampa de la ola gigante, dando pie a la aparición mágica de un bebé
tras pasar una gran ola sobre una frágil embarcación, siendo entendido por el
pescador como un designio de los dioses, puesto que ya no estaba en edad de
procrear y su mujer no le había dado ningún hijo.
El padre tiene una preocupación por el tamaño de su hijo y
por las horas que pasa mirando el mar, hasta que un día el joven vio bajo la
superficie marina un gran pez al que se aferró y lo llevó en un viaje submarino
iniciático, después dejó de ser pequeño y celebró el día de los niños. Koinobori.
Esta festividad china que fue adoptada por Japón para
celebrar la fuerza vital de los niños, en honor de la leyenda que cuenta cómo
una carpa remontó el río Amarillo y se transformó en un dragón, animal que
proporciona buena suerte y es venerado en Asia. Algo de esta leyenda también
aparece en el libro.
Si interesante es el texto, que recrea la vida del pequeño
Naoki, mayor fuerza tienen las imágenes, especialmente la presencia de la ola
gigante que ha creado Bruno Pilorget.
Es un cuento sobre la adopción y el crecimiento inspirado en
el célebre cuadro, que incluye conceptos básicos sobre arte: un álbum
indispensable para una introducción al arte y a la cultura japonesa.
Se trata de una apuesta valiente de la editorial Juventud
que lleva a cabo a través de su colección La
puerta del arte, que persigue ayudar a los lectores a descubrir las obras
de arte.