Las únicas elecciones (españolas) en las que no pude votar (diciembre de 2015) han sido nulas a efectos prácticos… ¿Será que necesitaban mi voto? Jeje…, me temo que no, pero siempre es agradable comprobar que tienes una segunda oportunidad.
Espero poder votar en las elecciones de este verano 2016. Y seguiré haciéndolo por Principios, no por intereses personales (egoísmo) y/o fastidiar a mi oponente más directo (juego sucio). Por desgracia, eso es lo que hace la gran mayoría. Y a ese esperpento lo llaman “voto útil”. De nuevo, la demagogia es la principal aliada de los carentes de Principios o de los que pisotean los suyos propios (lo que es prácticamente lo mismo).
El otro día vi una charla del periodista Iñaki Gabilondo, donde exponía que la sociedad no se equivoca cuando vota y que los políticos son los que tienen que ajustarse al “mandato democrático”. Parecía muy convincente, la verdad, y nada demagogo, sinceramente. Pero después de un análisis sencillo, se comprueba que, realmente, este periodista estaba muy equivocado porque, básicamente, muy pocos votan por Principios personales, que es lo que se espera cuando hay que escoger quien va a gobernar a una sociedad. Y es que, como decía el sabio clásico, la democracia es el menos malo de las formas de gobierno. Y posiblemente, con una actitud egoísta y alejada de los Principios de cada uno, junto a los altos niveles de demagogia y consiguiente manipulación a la que están sometidos muchos, hacen en muchos casos que la democracia pase a ser de las peores formas de gobierno, paradójicamente.
Si todos nos concienciáramos de que, sobre todo, hay que votar por el bien común mediante nuestros Principios, nuestra Ética, etc; y que no se deben traspasar ciertas “líneas rojas” (actitud pro-etarra, por ejemplo), el resultado de las siguientes elecciones podría ser radicalmente distinto y el inicio de una democracia sana y fructífera de verdad.
Lamentablemente, creo que unos y otros continuarán prostituyendo la democrácia, utilizándola como arma vengativa contra sus oponentes y/o para beneficiarse únicamente a nivel personal (“ande yo caliente…”) Y lo más patético es que a todos ellos se les llenará la boca (bocaza mejor) con la palabra DEMOCRACIA. Y una gran mierda, eso es lo que tendrán en la boca todos aquellos que votan al “menos malo” a sabiendas de que no sigue sus Principios propios e incluso ignora alguno de ellos totalmente esenciales (tolerancia cero al terrorismo, defensa de la vida, etc). Eso es ser un buen demócrata, sí señor!
Lo que personalmente más me afecta de toda esta corrupción de base (la del propio sentido de la democracia) es que, ni siquiera los que tengo más cerca (familia y amigos) entienden lo importante lo de en este artículo expongo. En fin, espero que algún día, alguien me escuche y no sólo palabras como las de Iñaki Gabilondo resuenen en el universo mediático.