Revista Espiritualidad

La gran transformación

Por Tara


LA GRAN TRANSFORMACIÓN


LA GRAN TRANSFORMACIÓN Conferencia de Trigueirinho
Hoy, nuestro tema es LA GRAN TRANSFORMACIÓN. Como planeta que todavía no es sagrado, la Tierra solita no tiene fuerza suficiente para sustentar un ritmo acelerado de transformación a su humanidad. Diferentes Escuelas Espirituales emitieron sus enseñanzas al respecto de la transformación que es posible para la humanidad de la superficie de esta Tierra, y últimamente, varios grupos de contacto con la Jerarquía Espiritual llegaron a puntualizar de forma bien actual esta cuestión.
Mas, la transformación humana es producto también de la disciplina y el esfuerzo que cada individuo hace sobre sí mismo, guiado por su propio interior y a veces guiado por Instructores de otros planos de vida, Instructores que nosotros llamamos las Jerarquías.
Una de las maneras de comprender la transformación de la humanidad y del planeta es visualizando ese movimiento evolutivo viniendo en principio del impulso del Sol Central, que es un Sol infinitamente mayor y más poderoso que el nuestro. Del corazón de ese sol mayor viene, según los Instructores de una Escuela Espiritual que no es terrestre, del corazón de ese sol mayor viene un impulso que dirige  al corazón de luz de nuestro mundo. Ese impulso del Sol Central es la fuerza de activación que llega a la Tierra y envuelve a todos los seres. Algo responde a ese impulso, y ese algo es la energía que proviene del centro de la Tierra. Ese Amor Solar asciende la luz que es un fuego en el espíritu humano, y si ese espíritu la recibe comienza la transformación a que nos estamos refiriendo. Entonces, trátase de una transformación que no tiene más retorno, no es como las lentas y parciales mudanzas para mejor que pueden acontecer en la humanidad, en sus seres, movidos por sus propias voluntades cuando ésta ya está bien desarrollada y trabajada. En esta transformación impulsada por el Sol Central, nosotros tenemos consciencia de lo que está aconteciendo, y sabemos, sí, que no hay más retorno hacia los estados evolutivos más primarios.
¿Y cómo podemos percibir que la transformación impulsada por el Sol Central sobre nosotros es duradera y es verdadera? Percibimos eso por el amor y la evolución que surge en nosotros, y que no está avalado por ningún movimiento externo y por ninguna reacción de nuestra naturaleza humana que tiende casi siempre hacia la inercia o hacia la comodidad.
Durante esta transformación, dentro de nuestros corazones, hay siempre nuestro pedido de Perdón que es emitido y que llega a todos los puntos del Universo; en ese estado muy especial en que nos encontramos, pidiendo perdón y de estar siendo transformados, percibimos la preparación de las Jerarquías y del Maestro y Señor del Tiempo, como es llamado el Mesías. Al ser transformados, pasamos a esperar por ese Mesías.
Si la gran transformación estuviera ocurriendo en nosotros, entonces sentimos que estamos encarnados para esperarlo, estamos encarnados para esperar a ese Salvador. Sabemos que con la llegada de ese Maestro, que en verdad está retornando, porque Él ya estuvo aquí antes, comenzará una transformación general de la humanidad, y no solamente en los individuos que se esfuerzan para eso hace tantos siglos y milenios.
Mas tengamos siempre presente que es del centro de nuestro universo, del sol central, que proviene el impulso definitivo transformador; sabiendo esto, prepararemos nuestros pobres cuerpos y nuestra limitada consciencia para recibir un poco más y para poder soportar la nueva energía. De Andrómeda, la galaxia central de nuestro universo, es de allá que viene la Luz que va siendo filtrada por etapas y que puede llegar a iluminar nuestra mónada, nuestro espíritu y nuestra alma. Esos impulsos, que no son terrestres, se expresan como amor en la consciencia, que es muy diferente de ese amor humano egoísta que no libera, mas que siempre está presente en algo ó alguien en cuanto ame. Esa es la transformación que trae consigo el Perdón que necesitamos, Perdón que se plasma en nuestras consciencias. Y si nos llegamos a perdonar a nosotros mismos, entonces brota en nosotros una fuente transformadora y con esa fuente bien activa comenzamos a reconocer el Plan de la Confederación de Mundos para la humanidad. Existe una Confederación de mundos adelantados, que tienen un Plan para todo. Si estuviéramos transformados, nos volvemos colaboradores de ese Plan Evolutivo; estando en ese estado ya no nos transformamos solos; colaborando con el Plan Evolutivo nos vamos elevando en fraternidad, como enseñan las Escuelas Mayores guiadas por nuestros hermanos extraterrestres y por seres que son canales de ellos acá en la Tierra.
A una cierta altura, ya estando preparado el terreno dentro de nosotros por la Luz de Andrómeda que ya estimulara los centros del Planeta, entonces ya podemos soportar la vibración de las consciencias universales que trabajan en la transformación de la Tierra. Y a medida que nos vamos volviendo canales para esa transformación, vamos irradiando ese amor para toda la humanidad y para todos los reinos de la naturaleza, mineral, vegetal, animal y humano. Entonces si eso se instala, el Planeta se va tornando un mundo confederado, la Tierra se va sintiendo parte del conjunto de los mundos evolucionados, así las Legiones de la Luz se van uniendo para ayudar en la total redención de la Tierra, planeta que necesita ser redimido de su pasado, que hasta ahora lo separaba de la evolución superior y universal.
Andrómeda, como un mundo de evolución superior, puede aproximarse más en hermandad, entonces nuestro ritmo de transformación no será tan lento ni tan irregular, lleno de pequeños avances y grandes retrocesos, y a medida que la luz se va haciendo en nuestras consciencias, grandes soles comienzan a aproximarse y a manifestarse para la humanidad. ¿Ese futuro está muy lejos? Aparentemente sí. Mas con cada guerra que no se lleva a cabo aquí en este mundo, con cada onda de Paz que conseguimos formar, el espíritu de fraternidad se va permeando más en nuestras consciencias.
Y a medida que los servidores del Plan que se encuentran entre los seres humanos dan un solo SI al plan de evolución, la transformación se va operando y las grandes civilizaciones confederadas del cosmos se van fundiendo en espíritu con la Tierra. Es cuando todos los seres humanos van a tomar consciencia de su despertar, y quien sabe asuman ese trabajo continuo en sí mismos, elevando por tanto todo el conjunto humano. La unión de todos nosotros en ese trabajo de auto transformación se tornará la luz que iluminará la oscuridad en que el planeta ahora se encuentra.   
El amor superior despertará en todos los que se entreguen a la transformación, y que hubieren sido tocados por el impulso universal al cual nos referimos. Y a medida que nos vayamos confirmando en ese trabajo, la humanidad, como un solo ser, llegará a manifestar principios cada vez más altos de hermandad y de fraternidad. Se abren entonces los portales para un nuevo tiempo, un nuevo tiempo que producirá una Tierra redimida. En ese nuevo tiempo, todas las mónadas, todos los espíritus que permanecieran en la Tierra después del Juicio, encontrarán el camino de la Luz del Gran Maestro que en el pasado fue crucificado, cuando intentó redimir completamente el  Planeta.
Sólo una pequeña parte de la humanidad en aquella época comprendió de lo que se trataba en el campo de la transformación, mas ahora, con los nuevos impulsos universales, las mónadas despertarán y encontrarán sus propios linajes que les indicarán cuáles son sus servicios acá en la Tierra. Terminará la actual indiferencia de la humanidad ante los impulsos transformadores que recibe. Legiones de seres evolucionados se podrán aproximar a la Tierra sin ser rechazados, y los caminos del cosmos indicados en los atributos del Centro Planetario ERKS que ya fueron revelados a la humanidad, esos atributos serán bien recibidos. La conciencia del infinito surgirá en los seres, la cura de Aurora ayudará a todos y la luz de Mirna Jad encontrará las mónadas, los espíritus, las puertas abiertas para etapas más adelantadas de transformación, porque nuestra preparación de ahora es preparatoria.
Hoy, la humanidad todavía es considerada conciencia en despertar, tengamos coraje para dejar que los velos de la ilusión puedan caer, y para que podamos mirar sin miedo hacia nuestro propio interior. Cuando la humanidad del cosmos estuviere ampliamente proyectada aquí, en la superficie de nuestro planeta, entonces la Tierra estará irreconocible y estaremos en el Nuevo Tiempo. Es bueno que la gente vea eso en esa perspectiva para que sea estimulada a dar los pasos que tiene que dar. Esto todo está siendo cumplido, mas vamos todavía precisar trabajar para que el retroceso no se dé y para que las nuevas guerra puedan ser disueltas a medida que fuéranse armando, disueltas por las oraciones que la humanidad está siendo convidada a asumir. Sí, porque además del trabajo en nosotros mismos, nos queda orar con fe y consciencia para que el Bien general para la humanidad tan carente de conocimiento verdadero, acontezca.
María, la Madre Universal que vela eternamente sobre todo este proceso, una vez nos explicó el significado de aquellos Candelabros con 7 velas encendidas que encontramos en algunos templos. María estaba queriendo indicarnos los 7 Principios de Dios básicos para nuestra transformación, si fuesen buscados y vividos. Esos Principios son:
1.  Amor 2.  Unidad 3.  Perdón 4.  Redención 5.  Paz 6.  Cura 7.  Transfiguración
En esos Principios se encuentran muchos grados de transformación. Comenzando por los trabajos que consideramos los más simples, iremos ascendiendo en esa escala y nos iremos sintiendo liberados de la inercia, esa propiedad de la materia que tanto atrae a los seres humanos, la inercia que tan bien conocemos. Entonces, buscando Amor, Unidad, Perdón, Redención, Paz, Cura y Transfiguración, que son los Principios de Dios, estaremos entregando correctamente nuestro tiempo, yendo al encuentro de aquellos impulsos celestes que no estarán más llegando a la Tierra inútilmente.
Es tiempo de que despertemos para la gran transformación que está siendo muy necesaria en este planeta, tan necesaria que la Madre del Mundo se aproxima al máximo a nuestra consciencia para que no perdamos la gran oportunidad que esta época nos trae, y ¿quién está reconociendo la presencia de esta Madre del Mundo a nuestro lado?
Silencio, contemplación del futuro glorioso y Fe en lo que no es visible para nuestros sentidos humanos, eso es lo que nos está siendo pedido ahora. ¿Iremos a atender a ese pedido y en proporción suficiente para evitarnos un gran desastre? Se trata de hacer silencio, de contemplar el futuro glorioso, y de tener Fe en lo invisible, tener Fe en lo desconocido, en lo invisible, en lo desconocido, en lo que se encuentra nuestra Esperanza. Reflexionen un poco sobre este asunto, y verán qué respuesta tendrán desde sus seres interiores.

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