Revista Cultura y Ocio

La Granja de San Ildefonso: descanso de reyes entre excelsos jardines

Por Yorga @javieramosantos
La Granja de San Ildefonso: descanso de reyes entre excelsos jardines

Con la sierra de Guadarrama al fondo, los monarcas españoles eligieron la bella localidad segoviana de la Granja de San Ildefonso para su descanso. Un asueto del que disfrutan hoy los huéspedes del Parador, emplazada en la antigua Casa de los Infantes, con un espectacular spa que es en sí mismo una excusa para visitar el Real Sitio, su palacio y sus jardines.

El Parador de La Granja, inaugurado en el año 2007 en la que fuera Casa de los Infantes (siglo XVIII) del Real Sitio segoviano, es precisamente eso: un lugar para descansar como un auténtico rey.

Al final de una avenida flanqueada por castaños de Indias emerge el Palacio Real de la Granja, cuya construcción comenzó en 1721. Concebido como residencia de un rey retirado, el proyecto alcanzó tintes monumentales con el regreso de Felipe V al trono tras la muerte de su hijo Luis I. La sobriedad dio paso a la suntuosidad, representada por elementos al gusto de la arquitectura italiana y francesa de la época, mezclado todo con el barroco imperante en España.

El monarca encargó las obras del palacio a Teodoro Ardemans y las de los jardines a René Carlier. El estilo español tradicional del primer arquitecto contrastaba con el radicalmente francés del segundo, discípulo del arquitecto de Luis XIV. Las obras avanzaron con gran rapidez, de modo que los reyes pudieron instalarse aquí en 1723.

La Granja de San Ildefonso: descanso de reyes entre excelsos jardines

El edificio, de trazado rectangular, está formado por cuatro alas. En el centro de la fachada que se sitúa ante la puerta de Segovia sobresalen las torres y las cúpulas de la Colegiata, de 1723, cuyo diseño interior fue embellecido por Sabatini y pintores como Bayeu y Maella.

Junto a la sacristía se encuentra el Panteón Real, donde descansan el mentor de todo este maravilloso conjunto, Felipe V, y su esposa, Isabel de Farnesio. En el interior del Palacio destacan la Sala de los Mármoles, el Salón Chino, el Comedor de Gala, el Despacho Oficial del Rey y el Salón del Trono, con estupendas vistas a los jardines.

Aunque el palacio sufrió un devastador incendio en 1918, conserva aún casi todas las decoraciones al fresco de la época de Felipe V.

La Granja de San Ildefonso: descanso de reyes entre excelsos jardines

Son precisamente los jardines, al más puro estilo de Versalles, los que más admiración suscitan entre los visitantes. Fueron proyectados siguiendo los esquemas clásicos de la jardinería francesa, pero con impresionantes juegos de agua.

Es imposible no rendirse ante el encanto de la Gran Cascada, los Baños de Diana, la Fuente de Neptuno o la de la Fama, cuyo surtidor eleva el agua hasta los 40 metros de altura. Su sistema hidráulico original se conserva a la perfección, tanto es así, que siguen en funcionamiento hoy en día.

Alrededor de una gran plaza circular, donde desembocan ocho calles están situadas las ocho fuentes que representan a Neptuno, la Victoria, Marte, Cibeles, Saturno, Minerva, Hércules y Ceres. En el centro hay un pedestal de mármol, sobre el que se asienta un grupo de figuras: Psiquis, Mercurio y Cefirillo.

La Granja de San Ildefonso: descanso de reyes entre excelsos jardines

La visita al Palacio no puede considerarse completa sin adentrarse en el Museo de Tapices, con una importante colección de obras flamencas, españolas y francesas de los siglos XVI y XVII. También en La Granja de San Ildefonso merece la atención del viajero el Museo del Vidrio, localizado en las antiguas dependencias de la Real Fábrica de Cristales.

En general, el precio del Palacio Real de la Granja de San Ildefonso para adultos son 9 euros y niños menores de 5 años gratis, pero también hay entradas reducidas. La duración de una visita normal viendo el interior del palacio y paseando por los jardines es de una hora y media, aproximadamente.

La semana del 25 de agosto La Granja se transforma con la celebración de las fiestas patronales en honor a San Luis, que incluyen verbenas, desfiles de carrozas, concursos, bailes de gigantes y cabezudos y comidas populares.

La Granja de San Ildefonso: descanso de reyes entre excelsos jardines

Por encima de La Granja, camino del puerto de Navacerrada, se extiende el bosque de pinos de Valsaín, en cuya pradera hay restos de otro palacio real, mandado construir en tiempos de Felipe II y destruido por un incendio.

En dirección a Segovia se visita otro palacio, el del Real Sitio de Riofrío, levantado por deseo de Isabel de Farnesio para su descanso, temerosa de que su hijastro Fernando VI la apartase de la Corte. Finalmente no fue así y el edificio quedó inconcluso. Destaca en él el patio de granito, una escalera de honor, la capilla y un Museo de Caza.

Ya de camino a la capital, en la propia Segovia el viajero tiene ante sí un mosaico de reclamos patrimoniales que resultan de obligada visita: por un lado el acueducto romano, una maravilla de la ingeniería de la antigüedad; por otro el Alcázar (siglo XII), fortaleza que adopta la figura de un palacio renacentista, casi herreriano, en el que más que la utilidad priman el capricho y el sentimiento estético.

La Granja de San Ildefonso: descanso de reyes entre excelsos jardines

Soy periodista y experto universitario en protocolo. He trabajado en diferentes medios de comunicación como 20 minutos, Las Provincias o Diario 16. Ahora ejerzo labores de community manager, colaboro en blogs y publicaciones digitales. Autor del libro 'Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma'.


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