Revista Decoración
Cuando el frío aprieta, la lana siempre ha sido la mejor amiga del hombre, venga ésta convertida en formato manta, jersey o calcetín. Y si es lana como la de antaño, la que las abuelas tejían echando horas y paciencia hasta crear chaquetas de punto inmortales con las que no se conocían inviernos, pues mejor que mejor. Y cuando pensamos suspirando que ya no existen ni lanas ni abuelas como las de antes, hacemos un gran descubrimiento: la granja Trevayne, en el Reino Unido. Allí se crean productos artesanales y a medida fabricados con la lana de sus ovejas, la manada Monkstone, y lo hacen basándose en la filosofía de la premacultura y usando medios sostenibles. Para los nostálgicos de este material amoroso, os invitamos a daros un paseo virtual por la granja bajo una recomendación: los productos de Monskone Knitwear son altamente adictivos: recuerden que la lana engancha!!http://monkstoneknitwear.co.uk/