Nuestra Policía Nacional ha
quedado corta para luchar
contra una delincuencia mas
despiadada y mejor armada
La reciente incursión de los miembros de los cuerpos castrenses en el patrullaje como elemento del plan de seguridad ciudadana (pero en realidad como apoyo a una policía obsoleta, deficiente y caduca) es la primera señal de interés de nuestras autoridades para combatir la delincuencia.La mayoría de las opiniones está a favor de que los guardias intervengan. Muchos, como es natural, se sienten escépticos de la duración de la respuesta. Pero, independiente del motivo, la militarización de la vigilancia de la seguridad ciudadana debe ponernos a pensar. Más que algo bueno, es una señal que debe llamarnos a preocupación. A mi mente, y salvando las comparaciones, recuerdo que el único país latino que tuvo que enviar al ejercito a las calles para auxiliar a la policía es México (todos conocemos como los carteles y delincuentes se hicieron del control de las principales ciudades). La Policía Nacional ha perdido el control. Y la culpa lo tienen nuestros presidentes. Muy bonito las apariencias en los desfiles de los 27 de febrero, pero en las calles nuestros agentes caen abatidos por delincuentes mejores armados que ellos. Mucho bla bla bla de uno Derechos Humanos que solo defienden la integridad de delincuentes que reinciden y dañan a los ciudadanos. La guardia en la calle es una muestra de que:- Nuestra Policía Nacional es inefectiva por sí misma para protegernos.- Los jefes de la PN no hicieron el trabajo como debían.- La delincuencia nos arropo de tal forma que solo el ejército puede ahora detenerla.- Que rescatar a nuestro país de los delincuentes será difícil, por no decir imposible (los más peligrosos están en las esferas de poder)La incursión de nuestras fuerzas
armadas a la vigilancia debe ser
tomada, mas que una solución,
un resultado de la deficiencia
en nuestro cuerpo
policial
Lamentablemente desde hace tiempo se veía como la delincuencia se movía sin freno aparente. La corrupción hasta se sembró dentro de las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley (policía nacional, DNCD, y la misma Fuerzas Armadas). Lo que ocurre ahora es simplemente un reconocimiento de que “nuestra policía no puede contra el monstruo de la delincuencia que nuestros mismos gobiernos dejaron crecer”.Espero que sea una solución momentánea. La guardia no está entrenada para ser policías sino para combatir. Mientras se reforma la Policía Nacional para hacerla más eficaz; el uso de los cuerpos castrenses es oportuno, pero no la solución. Mientras no se tomen medidas serias y fuertes para combatir la corrupción en el mismo Palacio Nacional, el Congreso y los Tribunales de nuestro país; mientras no se erradique a los delincuentes en nuestras fuerzas de seguridad; no habrá verdadera SEGURIDAD CIUDADANA… ¡Esto es bueno que se piense!